• Asignatura: Castellano
  • Autor: gualotunajuliana
  • hace 4 años

¿Por qué el texto de Pablo Neruda es una
autobiografía?
Infancia y poesía

Comenzaré por decir sobre los días y años de mi infancia, que mi único personaje inolvidable fue la lluvia. La gran
lluvia Austral que cae como catarata del Polo, desde los cielos del Cabo de Hornos hasta la frontera. En esta
frontera, o far west de mi patria, nací a la vida, a la tierra , a la poesía y a la lluvia (…)

Frente a mi casa, la calle se convirtió en un inmenso mar de lodo. A través de la lluvia, veo por la ventana que una
carreta se ha empantanado en medio de la calle. Un campesino, con manta de castilla negra, hostiga a los
bueyes que no pueden más entre la lluvia y el barro.

Por la veredas , pisando en una piedra y otra, contra frío y lluvia, andábamos hasta el colegio. Los paraguas se los
llevaba el viento. Los impermeables eran caros, los guantes no me gustaban, los zapatos se empapaban. Siempre
recordaré los calcetines mojados frente al brasero y muchos zapatos echando vapor, como pequeñas
locomotoras.

Luego venían las inundaciones , que se llevaban poblaciones donde vivía la gente más pobre, junto al río.
También la tierra se sacudía, temblorosa. Otras veces, en la cordillera, asomaba un penacho la luz terrible: el
volcán Llaima despertaba […]

Mis padres llegaron de Parral, dónde yo nací,. Allí en el centro de Chile, crecen las viñas y abunda el vino. Sin que
yo lo recuerde, sin saber que la miré con mis ojos, murió mi madre doña Rosa Basoalto. Yo nací el 12 de julio de
1904 y, un mes después, en agosto, agotada por la tuberculosis, mi madre ya no existía.

La vida era dura para los pequeños agricultores del centro del país. Mi abuelo, don José Ángel Reyes, tenía poca
tierra y muchos hijos. Los nombres de mis tíos parecieron nombres de príncipes lejanos. Se llamaban Amós,
Oseas, Joel, Abadías. Mi padre se llamaba simplemente José del Carmen. Salió muy joven de las tierras paternas,
trabajó de obrero en los diques del puerto de Talcahuano y terminó como ferroviario en Tamuco. […]

Las casa de pensión

Después de muchos años de liceo en el que tropecé siempre en diciembre con el examen de Matemática, quedé
exteriormente listo para enfrentarme con la universidad, en Santiago de Chile. Digo exteriormente, porque, por
dentro, mi cabeza iba llena de libros, de sueños que me zumbaban como abejas.

Provisto de un baúl de hojalata, con el indispensable traje negro del poeta, delgadísimo y afilado como un
cuchillo, entré en la tercera clase del tren nocturno que tardaba un día y una noche interminables en llegar a
Santiago. Ese largo tren que cruzaba zonas y climas diferentes, y en el que viajé tantas veces, guardaba para mí
aún su extraño encanto. Campesinos de ponchos mojados y canastos con gallinas, taciturnos mapuches, toda
una vida se desarrollaba en el vagón de tercera clase. […]

Venía recomendado a una casa de pensión de la calle Maruri,513. No olvido ese número por ninguna razón.
Olvido todas las fechas y hasta los años, pero ese número, 513, se me quedó galvanizado en la cabeza, donde lo
metí hace tantos años, por temor de no llegar nunca a esa pensión y extraviarme en la capital grandiosa y
desconocida. En la calle nombrada me sentaba yo al balcón a mirar la agonía de cada tarde, el cielo
embanderado de verde y carmín, la desolación de los techos suburbanos amenazados por el incendio del cielo.

La vida de aquellos años en la pensión de estudiantes era de un hambre completa. Escribí mucho más que hasta
entonces, pero comí mucho menos. Algunos de los poetas que conocí por aquellos días sucumbieron a causa de
las dietas rigurosas, de la pobreza. Entre estos recuerdo a un poeta de mi edad, pero mucho más alto y
desgarbado, cuya lírica sutil estaba llena de esencias e impregnaba todo sitio en que era escuchado. Se llamaba
Romeo Murga.

Pablo Neruda

Respuestas

Respuesta dada por: yecavillalba
0

Respuesta:

era poeta desde niño que tenía una relación con la naturaleza con cosas extrañas en piedras, plantas, insectos, animales

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