Respuestas
Explicación:
La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un trastorno vírico que, progresivamente, destruye ciertos glóbulos blancos (leucocitos) y puede causar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
El VIH se transmite a través del contacto estrecho con líquidos corporales que contengan el virus o células infectadas por él (como sangre, semen o líquido vaginal).
El VIH destruye ciertos tipos de glóbulos blancos (leucocitos), lo cual debilita las defensas del organismo frente a infecciones y cánceres.
Cuando las personas se infectan por primera vez pueden presentar síntomas como fiebre, erupciones cutáneas, inflamación de ganglios linfáticos y fatiga, que duran entre pocos días y varias semanas.
Muchas de las personas infectadas se mantienen sanas durante más de una década.
Alrededor de la mitad de las personas no tratadas enferman y desarrollan el sida, que se define por la presencia de infecciones graves y cánceres en un periodo de tiempo inferior a unos 10 años.
Tarde o temprano, la mayoría de los pacientes no tratados desarrollan sida.
Los análisis de sangre para detectar los anticuerpos del VIH y determinar la cantidad de virus presentes confirman el diagnóstico.
La toma de fármacos contra el VIH (fármacos antirretrovíricos) (dos, tres o más a la vez) puede detener la reproducción del VIH, fortalecer el sistema inmunológico y, por lo tanto, hacer que la persona afectada sea menos propensa a la infección, pero no puede eliminar el VIH, que persiste en un forma inactiva.
(Véase también Infección por VIH en niños.)
La infección por VIH puede estar causada por uno de dos retrovirus: el VIH-1 o el VIH-2. El VIH-1 causa la mayoría de las infecciones por VIH en todo el mundo, pero el VIH-2 causa muchas infecciones por VIH en África Occidental.