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Explicación:
Los hechos fueron los siguientes: dos policías de paisano detuvieron a un hombre negro que vendía productos falsificados en una calle de Lavapiés, uno de los centros neurálgicos de la inmigración subsahariana en Madrid. Esto ocurría un domingo hacia las 14.30 horas, día en el que grupos de subsaharianos se reúnen en la calle. Mientras se detenía al hombre que vendía en la calle de manera ilegal, un hombre se empezó a enfrentar a los policías, gritos que alertaron a otros miembros de la comunidad subsahariana concentrada en una de las plazas. Un policía sacño una porra extensible, cumpliendo el reglamento estipulado en estos casos, pero no se queda ahí. Ante los gritos, el policía que mantiene retenido al mantero saca su arma reglamentaria y realiza varios disparos al aire.
A partir de ahí, las reacciones. Las autoridades respaldaron la actuación policial, si bien cuando se dio a conocer el vídeo -al parecer, comprado por ABC– se comprometieron a abrir una investigación sobre la actuación policial, como se suele hacer siempre que hay incidentes de este tipo y hay disparos.
Mientras, la prensa se apuntó a la versión que más le interesó:
→ Primera versión de El País (captura gracias a@ffynnongarw): atribuyó el incidente a miembros del 15M, que estaba celebrando una asamblea cerca y que, ante los gritos, acudieron a socorrer al detenido y evitar una nueva redada por términos de raza. El diario plasmó sin contrastar lo que difundió las fuentes policiales, versión que tuvo que rectificar al cabo de unas horas
→ Versión definitiva de El País: “Los agentes sostienen que un grupo de compañeros del detenido comenzaron a increparles y que les tiraron piedras y escombros y que algunos de estos objetos les rozan la cabeza, por lo que se vieron obligados a realizar los disparos intimidatorios al aire” (…). “El vídeo casero relata una historia completamente diferente. En las imágenes se ve cómo un policía de paisano esposa en el suelo a un hombre, mientras un segundo agente, también de paisano, permanece de pie a su lado. Cuando el primero levanta al arrestado del suelo, ya esposado, se ve a ese agente con la pistola ya en la mano. En ese momento entra en escena otro hombre negro que grita a pleno pulmón a los policías y se encara con uno de ellos, que le espanta con la porra. El agente que ha esposado al detenido apunta al hombre que grita con su pistola, mientras otras dos o tres personas se acercan”.
→ Versión de ABC, que fue el primer medio en enlazar un vídeo con la secuencia de los hechos, en el que cuenta lo ocurrido de manera equilibrada. Sin embargo, cuando se aproxima el final de la noticia, el redactor se viene arriba y, en el último párrafo, se habla de escenas habituales en un barrio en el que residen “decenas de inmigrantes”, que es uno de los centros neurálgicos del movimiento 15M (?) y una pregunta que lanza en general y que atribuye a la ciudadanía: “por qué tienen que vivir en su Madrid escenas propias de los suburbios de Mogadiscio”.
→ Versión de RTVE: Momentos de tensión cuando dos policías detuvieron a inmigrante ilegal; como respuesta a los gritos de otro, lanzaron un tiro al aire (fueron dos) demostrando que la policía conoce la proporcionalidad: los gritos se responden con tiros. Se cuenta que los inmigrantes les han lanzado objetos y que los dos agentes han resultado heridos, por lo que la impresión que causa es que actuaron así en defensa propia, sin exceso de celo parece ser.
Hasta el momento, la delegada del Gobierno en Madrid no ha comparecido ante los medios para dar explicaciones ante un hecho muy grave: en los vídeos se puede apreciar que la calle Amparo es bastante estrecha para liarse a tiros, aunque éstos sean al aire. Si tenemos en cuenta que hablamos de un suceso que ocurrió un domingo, a las 15 horas, concluiremos de la irresponsabilidad de la que hizo gala el agente que sacó su arma reglamentaria para repeler una agresión de este tipo: por lo excesivo y por el riesgo de que una bala perdida pudiera ocasionar males mayores.
Se supone que se entrena a la policía para que sepan actuar en momentos de tensión como el vivido ayer en el barrio de Lavapiés, aunque las imágenes certifiquen lo contrario.