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Respuesta:
Hemos comentado en clase que en la Edad Media un altísimo porcentaje de la población era analfabeta. Las personas que sabían leer y escribir eran los clérigos, es decir, los hombres sabios, letrados, con estudios escolásticos, aunque no fuesen religiosos.
Explicación:
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Los estudios eran prácticamente los mismos en las distintas escuelas. Estos constaban de gramática, retórica y el cuadrivium. Más tarde se unirán la dialéctica y la lógica. En las escuelas normalmente había tres niveles: en el de la iniciación se aprendía a leer, escribir, conocimientos básicos de latín y textos bíblicos; en el estudio de artes al cuadrivium se añadía el trivium, gramática, retórica y dialéctica; y en el nivel superior se aprendían las escrituras con comentarios de orden gramatical, histórico y teológico.
Todas estas materias eran enseñadas por medio de la escolástica, es decir, por la comprensión de la fe cristiana a través de la filosofía, para intentar lograr un acuerdo entre fe y razón. Tomás de Aquino fue el máximo representante de la teología dominica y de la escolástica en general. Pero, además de Tomás de Aquino hubo otros personajes ilustres que contribuyeron a la mejora de la educación en esta época. Por ejemplo, Carlomagno, quien se preocupó por las carencias de la educación de entonces y comenzó a hacer mejoras en ella. Él fundó una escuela palatina abierta para todos los niños nobles, y obligó a la Iglesia a acoger en sus escuelas a cualquier varón capaz de aprender.
Otros datos a tener en cuenta sobre la educación en la Edad Media pueden ser, por ejemplo, el uso del latín como lengua para la enseñanza, ya que era el idioma oficial de la Iglesia en este tiempo; que la orden benedictina será la auténtica cuna de la cultura europea; que la educación del pueblo llano en la Edad Media era casi nula; que el primer tratado de educación que se conserva data del siglo IX, llamado “Manual para mi hijo”, escrito por Dhuoda; que el obispo Teodulfo de Orleans mandó construir una escuela en todos los pueblos pertenecientes a su diócesis, lo que se extendió a toda la Europa del siglo VII; o que ya en el 803 Carlomagno ordena a todos los padres a que lleven a la escuela a sus hijos.