Respuestas
Respuesta:
En las ciudades metropolitanas en América Latina se observa
una nueva realidad caracterizada por un escenario de mayor
estabilidad debido a la disminución del crecimiento demográfico. En
este contexto se aprecia un proceso generalizado de renovación del
tema del Ordenamiento Territorial integrando las áreas rurales, los
sistemas ecológicos y la escala regional.
También se desarrollan nuevos cambios en la planificación
territorial, en el contexto de la ciudad que se construye a sí misma,
privilegiando el desarrollo cualitativo y afrontando desde el punto de
vista de la “ciudad existente” los grandes problemas de la ciudad
metropolitana.
Las principales críticas que se hacen a la planificación
tradicional dicen relación con su falta de operatividad y con su desfase
temporal frente a una realidad urbana en permanente cambio. A pesar
de estas críticas, se observa una recuperación de la confianza en los
instrumentos de planificación territorial revalorizando sus cualidades e
incorporando novedosos aportes de la planificación estratégica como
por ejemplo: la participación de todos los actores sociales y la
utilización eficiente de los recursos.
A través del estudio de los casos de las ciudades de Montevideo,
Bogotá, D.C. y del Área Metropolitana de San Salvador se intenta
evidenciar cuáles son las tendencias que se están desarrollando en
Latinoamérica, cuáles son las principales innovaciones en los nuevos
Planes de Ordenamiento Territorial y de qué manera se pretende
implementar estos cambios. Se ha elegido estos tres casos por ser
representativos de tres macrozonas de influencia en Latinoamérica:
El ordenamiento territorial como opción de políticas urbanas y regionales en América Latina y el Caribe
6
Montevideo capital de Uruguay en el cono sur, Bogotá, D.C., capital de Colombia en la zona norte
de Sudamérica y San Salvador capital de El Salvador en Centroamérica.
Para superar los inconvenientes de la planificación tradicional, los nuevos Planes de
Ordenamiento Territorial se caracterizan por la implementación de componentes estratégicos y
flexibles integrados a una base estructural heredada de la planificación tradicional. Las
innovaciones en estos planes apuntan a una adecuada implementación de los principales
componentes de la flexibilidad tomados de la planificación estratégica: la eficiencia y la
participación. La eficiencia como componente de operatividad de la flexibilidad, se traduce
básicamente en la adopción de un régimen de prioridades que se manifiesta preferentemente en los
instrumentos de planeamiento y ejecución del plan. La participación se constituye en el
componente de soporte y legitimación de la flexibilidad. Finalmente, los instrumentos de
seguimiento y revisión del plan, así como los plazos de vigencia del Plan, conforman el soporte
fundamental que permitiría adecuar la flexibilidad a lo largo del tiempo
Explicación: