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1. Pertenecen a momentos temporales diferentes
El socialismo y el comunismo pueden ser entendidos como dos etapas de un proyecto político y de producción: primero viene el socialismo, y después llega el comunismo. Es decir, en términos temporales son mutuamente excluyentes, si bien según los teóricos socialistas para llegar al comunismo es necesario defender primero un programa socialista. El motivo lo veremos en el siguiente punto.
2. Uno tiene clases enfrentadas, el otro no
En el socialismo el concepto de clase social tiene mucha importancia. Una clase social es un colectivo de personas que es definido por la relación que estas tienen con los medios de producción. Es decir, no es lo mismo tener que ganar dinero trabajando para otros que poseer recursos que hacen posible que otros trabajen para uno mismo: fábricas, tierras de cultivo, etc.
Así pues, el socialismo crea un contexto en el que continúan existiendo clases sociales enfrentadas, pero esta vez la parte que domina a la otra es la que originariamente se ha visto obligada a vender su fuerza de trabajo sin especular.
En el comunismo, en cambio, ya no existen las clases sociales, ya que no hay nadie que posea de forma privada medios de producción, dado que estos han sido colectivizados. Esto hace que no sea posible estar en una situación de superioridad al poder explotar a personas obligadas a trabajar para otros.
3. Tienen distintos principios redistributivos
Tanto es socialismo como el comunismo pueden ser entendidos como modelos de producción y como movimiento social y político. En este último aspecto, ambos dan mucha importancia a la redistribución de los bienes, pero no proponen lo mismo.
Mientras que el socialismo trabaja bajo el lema "de cada cual su capacidad, a cada cual según su esfuerzo", el comunismo gira en torno al lema "de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad". Es decir, que en el comunismo se asume que ya se está en una situación en la que es relativamente sencillo cubrir las necesidades de todas las personas, mientras que en el socialismo sí existen limitaciones que impiden eso, por lo que a la hora de priorizar el modo en el que se redistribuye se tiene mucho en cuenta el esfuerzo.
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4. El rol atribuido al estado
Históricamente, el socialismo se ha visto dividido en su concepción del estado. Mientras que los socialistas de raíz marxista defienden que el Estado no puede desaparecer en un periodo breve de tiempo, otros, asociados al anarquismo, defienden la abolición de este, para que desaparezca con un solo "movimiento". Eso sí, ambas corrientes creen que la finalidad del socialismo es hacer que el Estado desaparezca.
El comunismo, en cambio, es una situación en la que el Estado no existe. Desde el punto de vista de los comunistas, el Estado es simplemente una maquinaria que concentra el poder de imponer medidas políticas y económicas a favor de una clase social y en contra de la otra, así que por la fuerza tiene que estar ausente en la meta que se persigue.
5. Uno abre la posibilidad de una economía centralizada, el otro no
En el socialismo es posible hacer que todo lo que ocurra en la economía sea regulado desde una única instancia, si bien también hay socialistas que defienden la descentralización.
En el comunismo, en cambio, no existe una entidad con la fuerza suficiente como para alterar significativamente la economía, ya que el Estado ha desaparecido.
Explicación:espero haberte ayudado coronita pliss