¿Cual es el nombre de la época en la que Sor Juana, denuncia la desigualdad entre hombres y mujeres?
Respuestas
Respuesta:
1651
Explicación:
Un día como hoy, pero de 1651, llegaría al mundo Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, Sor Juana Inés de la Cruz para más señas, una mujer que sintetizó lo mejor del espíritu novohispano y luchó sin cuartel, con todos los medios a su alcance, contra lo peor de éste —la desigualdad entre hombres y mujeres que, de haber respetado, no le habría permitido instruirse de la forma como lo hizo, sólo para empezar.
Sor Juana Inés de la Cruz, mujer universal si las hay, representa la rebeldía ante el espíritu de una época y la potencia de la mexicanidad que habría de venir poco más de un siglo de su muerte. Reconocer su vida no es sólo recordar su inmensa calidad literaria, sino también su valor histórico, su oposición al destino que se tenía previsto para las mujeres y su batallar contra cualquiera de las formas de opresión. Todo mundo recuerda a esos Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, por poner sólo el ejemplo más citado.
Pero Sor Juana, además de escribir al amor y a la desigualdad entre unos y otras, escribió a la Ciudad —capital próspera y orgullosa, tanto o más que actualmente— y también denunció con fuerza los males del racismo y la desigualdad, flagelos estos que nos siguen lacerando más de trescientos cincuenta años después.
Ante su realidad y con incomparable agudeza al escribir, Sor Juana reivindicaba los principios de igualdad y justicia ante los malos tratos de los que tenían el poder en perjuicio los pueblos originarios. En sus Villancicos a San Pedro Nolasco —por ejemplo—, Sor Juana escribe sobre el indio que está harto de pagar los odiosos tributos que sólo contribuían a su propia miseria, y entre versos, se encuentra su propio anhelo de revertir la situación, de que el indio diga “ya no más”.
La persistencia de la denuncia que Juana Inés de la Cruz hiciera de los males de los indígenas, los esclavos negros y las mujeres, deja muy en claro su capacidad para comprender la realidad y los dolores más profundos de su pueblo, su sensibilidad, su compasión y el amor por los suyos. Recordarla en esta ocasión es, entonces, no sólo reivindicar su manejo sin igual en nuestra lengua (sigue siendo una de las más grandes escritoras nuestras), sino también la lucha —desde la cultura— contra la injusticia.