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Porque si bien deseaba anexar Bolivia al Perú, no lo quería como un Estado Federado si no convertir el territorio boliviano en peruano.
Agustín Gamarra es un personaje ilustre de la historia del Perú, siendo Presidente en dos ocasiones, de 1829 a 1833 y de 1839 a 1841, además de formar parte de la lucha independentista. Para muchos fue un caudillo militar ambicioso, que siempre estuvo muy interesado en el quehacer político de su nación, siendo su más grande aspiración y obsesión el anexar el territorio Boliviano al del Perú, lo que conllevó a un periodo turbulento e inestable tanto en su vida como en la vida republicana de Perú; el de la Confederación Perú-Boliviana.
En ésta época de la historia peruana entran al juego tres personajes más además de Gamarra; Luis José de Orbegoso, presidente de Perú para el momento que se proclama la Confederación, Andrés de Santa Cruz, que compartía el deseo de Gamarra de unir a Perú y a Bolivia pero en un Estado Federado, y Felipe Salaverry, que se rebeló contra el gobierno de Orbegoso para proclamarse Jefe Supremo del Perú. Este último acontecimiento fue lo que dio pie a que Gamarra y Santa Cruz uniesen fuerza, al ver la oportunidad perfecta, un Perú fuertemente dividido, para proclamar una República del Perú compuesta por éste país y Bolivia; se dividiría en tres estados, norte, centro y sur, y su centro sería peruano. Lo interesante es que Santa Cruz y Gamarra nunca firmaron un acuerdo formal, esto no detuvo que el último se lanzara a invadir Perú cruzando desde Desaguadero, y que el primero se uniera a Orbegoso firmando un pacto y liderando sus tropas. Se dice que la desconfianza que le tenía Santa Cruz a Gamarra era tal que hasta llegó a negar cualquier existencia de pacto informal entre ellos.
La unión Santa Cruz-Orbegoso, llevó a que Gamarra y Salaverry se unieran para hacerle frente, firmando una alianza el 27 de julio de 1835. Los enfrentamientos comenzaron con la derrota de Gamarra en la Batalla de Yanacocha. Salaverry al ver la derrota invita a Gamarra a Lima, donde es tomado prisionero y deportado a Costa Rica, sin embargo el “perdón” al no haber sido fusilado si no exiliado, llevó a Gamarra a apoyar la lucha de Salaverry, que al final fue derrotado por Santa Cruz, proclamando la Confederación Perú-Boliviana en 1836.
Es así como Gamarra ve su sueño materializado, pero no cómo él se lo había planteado; Gamarra no quería un Estado Federado, ni mucho menos que se llamara Perú-Boliviana, lo que quería era que Bolivia fuera de Perú, por eso su gran oposición a la Confederación instaurada por Santa Cruz. Fue tal su empeño que para 1838 había logrado el apoyo de Chile y Ecuador para unirse a la Expedición Restauradora y retomar el poder de Perú.
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