Respuestas
Respuesta: La ciencia moderna propone una visión del hombre y el universo mucho más armónica que la de muchas religiones o filosofías. Esta acaba con el mito de que el hombre fue simplemente dejado a su suerte en el mundo, y más bien propone una relación íntima, en su composición y desarrollo, de su existencia y la del universo. “Somos una manera en que el cosmos se conoce a sí mismo”, solía decir el astrónomo estadounidense Carl Sagan. Un recorrido por los últimos descubrimientos de la ciencia nos permite atisbar, siguiendo la posta de Sagan, una respuesta a la pregunta esencial por excelencia: ¿De dónde venimos?
Uno de los principales pecados que hemos cometido a lo largo de los cuatro siglos de desarrollo de la ciencia ha sido creer que esta podría resolver todos los problemas de la humanidad a través únicamente de desarrollo tecnológico. A lo largo de los años, las reflexiones acerca de la naturaleza del hombre y de su lugar en el universo han quedado confinadas a círculos intelectuales reducidos, mientras que la tecnología, también producto de esas investigaciones, sí ganó un lugar preponderante en la sociedad.
El hombre moderno apuesta por la innovación tecnológica, pero es incapaz de advertir que en ella no radican las respuestas a sus frustraciones más esenciales: la tecnología, por sí misma, nunca será capaz de saciarnos. Nuestras necesidades biológicas, sí; las sociales, tal vez. Pero el ser humano es mucho más que un animal que lucha por sobrevivir: el hombre es, por naturaleza, un ser que busca no solo adaptar su entorno a él, sino también conocer su mundo interior.
Nuestra imposibilidad por responder a ciertas preguntas fundamentales nos ha llevado a percibir lo sobrenatural como una fuente poderosa de desarrollo espiritual. Gran parte de las religiones y doctrinas filosóficas son intentos por configurar la vida material como un medio para acceder a un plano elevado. Estas ideologías han logrado satisfacer espiritualmente a millones de personas y probablemente lo seguirán haciendo durante miles de años debido a la dificultad que existe en debatir acerca de aquello que, por definición, se encuentra fuera de la experiencia. En cualquier caso, nunca ha sido asunto de la ciencia el estudio de lo sobrenatural o del mundo interior del hombre y es tal vez por este motivo que la sociedad moderna suele verla como una construcción intelectual rígida y sin lugar para el desarrollo personal del ser humano.
Explicación: espero te sirva