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Respuesta:
Debe de ser un canto procesional, solemne y festivo, que corresponde de suyo al pueblo, y pretende “abrir la celebración, fomentar la unión de quienes se han reunido e introducir sus pensamientos en la contemplación del misterio litúrgico o de la fiesta” (OGMR, 25).
Explicación:
En la procesión de entrada los monaguillos van siempre delante del sacerdote y, si lo hay, también el diácono. No hay que salir con prisas, casi corriendo, para llegar el primero al presbiterio, como si dieran algún premio al llegar, sino que tienes que ir despacio, con solemnidad, sin arrastrar los pies, ni dando la sensación de que has nacido cansado. Tienes que ir en la procesión con dignidad.
Tu función en la procesión de entrada es ir delante del sacerdote para abrirle el camino, y para advertir a todos que está llegando una persona importante: el presidente de la asamblea eucarística. Tu función es parecida a la de los mensajeros que iban delante del rey, anunciando su llegada, para que todos se preparasen a recibirlo cuando pasase por allí.
Si la Misa es Solemne, una Misa especialmente importante, porque es una fiesta especial, se puede hacer la procesión de entrada un poco solemne: un monaguillo puede llevar la cruz procesional*, otro los ciriales*, otro el incensario y la naveta (si se va a utilizar incienso).
a sabes: tu primera función es la de anunciar con tu presencia a todos los presentes en la Eucaristía que va a empezar la Santa Misa, y que detrás de ti viene el que va a presidir la Celebración Eucarística. La Liturgia nos enseña que en una procesión de entrada o de salida, va el último el que está más llamado al servicio: el sacerdote o el obispo
Respuesta:
no se yo tmb lo quiero saber
Explicación: