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Respuesta:La balada de Caperucita es un plan escénico desarrollado desde el poema del mismo nombre formado por Federico García Lorca.
El escenario acoge y armoniza un mosaico de recursos: la interpretación, la danza, la proyección de escenas cinematográficas, la melodía.
El ancestral relato o mito de Caperucita fue transformado por el poeta en una suerte de “Divina comedia” en la que la niña recorre diversas estancias de la mente y el espíritu pobladas de seres mitológicos.
Héroes, dioses, diablos, hombres justos, santos olvidados en desvanes, van a aparecer en el escenario a medida que la niña traza su camino. La abuela y el lobo llevan el fragmento de apoyo musical.
Una de las obras más desconocidas de Federico García Lorca, La balada de Caperucita expone un viaje a partir de la aparente realidad hacia el misterio del hombre. Tierra y cielo son los escenarios de esta farsa poética que asegura con infinita belleza la pertenencia del ser humano al mundo.
La directora, Irina Kouberskaya, ha encontrado una lectura de la historia que beneficia la alianza de todos los conceptos del poema de una manera armoniosa, y explica: la niña se pierde en medio de las bambalinas del teatro por la noche, la vida de teatro tiene todos los elementos necesarios, atrezzos, escenografía, vestimentas que en la fantasía de la niña van a representar la tierra y el cielo. El teatro de noche es el cuerpo humano que respira vive y se desespera en su soledad, necesitando la acción.