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Respuesta:
El esfuerzo titánico del Duque de York, que pronto se convertiría en Jorge VI (Colin Firth), para superar su tartamudez y poder entablar la batalla de la palabra frente al III Reich es una bella lección de cómo a través de la disciplina del yo y la corrección personal podemos hacernos dignos de un liderazgo eficaz en momentos de crisis”, afirmaba en Expansión&Empleo Ignacio García de Leániz, profesor de RRHH de la Universidad de Alcalá, al hablar de la premiada El discurso del rey en la gala de los Óscar.
Respuesta:
-Autenticidad versus “perfección:
Esta historia muestra cómo es mejor ser auténtico que esforzarse para emular los modelos de rol perfecto. El rey Jorge VI no iba a ser un orador perfecto, con una voz perfecta. Sin embargo, su discurso de declaración de guerra a Alemania en 1939 , causó emoción colectiva, todos sintieron al REY en cada una de sus palabras. Las pausas, causadas muchas por los nervios y por una una lucha para evitar la tartamudez, hacen realmente que el discurso adquiera una enorme seriedad, ensalzando a su vez el poder de la palabra.
-Para cambiar, establecer plazos y cumplirlo:
El problema con la mayoría de los plazos es que tienden a retrasarse ó a no cumplirse nunca. . Esto también se puede aplicar a nuestra vida personal: “Voy a conseguir correr medio maratón” ” Voy a estudiar inglés sin falta este año” o “tenemos que actualizar nuestro sitio web este año”.
En el discurso del Rey, el Rey tiene que habla sobre su coronación y también para declarar la guerra. Ninguno de estos hechos puede dejar de realizarse. Él Rey se ve obligado a hacer que sucedan, sin la mínima escapatoria.
-A veces necesitamos un “entrenador”
La película muestra cómo un entrenador puedo ayudar al Rey a alcanzar sus objetivos de liderazgo. El rey Jorge VI fue ayudado por un terapeuta para personas con problemas del habla llamado Lionel Logue (Geoffrey Rush), que obtuvo mejores resultados que los innumerables médicos que había tratado de “curar” el Rey.
Tener el entrenador adecuado le ayuda a establecer metas y lo mantiene en el buen camino en cuanto a la labor que tiene que hacer para ir avanzando y progresando. A veces, no siempre uno es capaz por sí mismo de conseguir sus metas. Un entrenador hace toda la diferencia. Esto se puede aplicar también al ámbito profesional, por ejemplo, aprender a dar discursos, hablar correctamente en público con la ayuda de un “entrenador” ó “Coac