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La importancia de la flora o de las plantas en la tierra o en los océanos hace posible nuestra vida. Las plantas son los aparatos naturales que producen oxígeno y absorben dióxido de carbono, sin los cuales la vida no sería posible. Además las plantas son un recurso esencial para el bienestar humano. Las selvas amazónicas no sólo suministran oxígeno, sino que son la fuente de sustento para la región.
Cada planta y animal en el mundo trae algo al medio ambiente en el que otra planta o animal, incluyendo al hombre, dependerá. Esto crea un equilibrio de vida que permite que el ciclo de vida sobreviva.
La flora y la fauna son imprescindibles porque forman la fina red de vida, donde cada vida tiene algo que aportar aunque sea muy poco.
Las plantas de la tierra producen el oxígeno que respira la fauna y a su vez, la fauna exhala el dióxido de carbono que la flora necesita para vivir una no puede vivir a la otra, y los humanos tampoco pueden vivir sin él. La existencia de una especie depende de la existencia de la otra, así como de la relación entre los pandas y la planta de bambú. La comida del Panda son sólo brotes de bambú. La destrucción de los bosques de bambú en China ha puesto en peligro al panda casi hasta la extinción, debido a la inanición y la pérdida de hábitat.
La importancia de la flora y la fauna está relacionada con el aire que respiramos y los alimentos que comemos. La flora produce importantes medicamentos, y el agua absolutamente necesaria para que exista la vida, no lo sería si la flora y la fauna todas las cosas en un ecosistema son interdependientes.
Todos estamos conectados a través de una cadena alimentaria de la que la fauna ocupa una parte importante. Nuestro ecosistema, la flora y la fauna son interdependientes a través de las cadenas alimentarias. Comienza en los productores primarios de las plantas y termina con el mayor consumidor – el hombre. Considere los pequeños insectos que viven cerca de las orillas de los estanques o del musgo y las algas. Los peces pequeños se alimentan de estos insectos, que son alimento para peces grandes. Aves como la garza, la gaviota y el martín pescador, las ranas y el hombre se comen los peces grandes, creando así un ecosistema interdependiente.
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