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las relaciones simbióticas se definen como la interacción o la relación cercana y persistente entre dos organismos de distintas especies biológicas, la cual tiene una duración intensa y extensa en el tiempo, llamándose simbionte a los organismos que participan en dicha relación.
Existen distintos tipos de relaciones simbióticas, siendo las principales el parasitismo, el comensalismo y el mutualismo.
Algunas relaciones simbióticas en las cuales los participantes necesitan de su compañero tanto como para mantenerse con vida, mientras que en otras solo para lograr cubrir determinadas necesidades. Además de estos tres tipos fundamentales, las relaciones simbióticas pueden clasificarse como relaciones ectosimbióticas y la endosimbióticas.
En la ectosimbiosis un organismo vive junto a otro, por ejemplo los percebes en las ballenas. En la endosimbiosis un organismo vive dentro de otro organismo vivo, como los lactobacilos dentro de los humanos. También se pueden clasificar como obligadas (la relación es necesaria para que uno de los participantes continúe con vida) y otra como facultativas (la relación beneficia a uno de los organismo, pero no es necesaria para que este sobreviva).
En el mutualismo, ambos organismos obtienen beneficios de la relación mientras que la simbiosis, es una categoría más amplia que incluye distintos tipos de interacciones entre las especies. El mutualismo se acerca más a una relación de cooperación y es un proceso muy significativo, teniendo una gran importancia en el equilibrio de los ecosistemas.
Una de las relaciones más fantásticas dentro de esta categoría, es la de la anémona con el llamado pez de la anémona o pez payaso. Por un lado, el pez payaso puede tolerar el veneno de la anémona, lo cual, además de permitirle anidar y vivir en sus tentáculos, lo protege de diversos depredadores de mayor tamaño que no toleran el veneno en los tentáculos de la anémona. A su vez, el pez payaso protege a la anémona de los peces mariposa que se alimentan de ella y de otros depredadores pequeños, de los que la anémona no puede defenderse.