Respuestas
Respuesta:
El llamado Principio de Arquímedes asegura que cuando introducimos un objeto dentro de un líquido, el objeto desplaza
una cantidad de líquido, que no es otra que su volumen. De
esta manera el objeto sufre un «empuje» hacia arriba, que es
igual al peso del agua que desaloja.
Este principio se le ocurrió a Arquímedes precisamente
cuando estaba en la bañera. Al darse cuenta de lo que había
descubierto, salió corriendo de ella desnudo y completamente mojado y se apresuró a decir aquello de «Eureka». Y desde
entonces, este principio recibió su nombre en honor a la persona que lo descubrió y lo comprobó. Podéis experimentar lo
mismo que Arquímedes la próxima vez que os deis un baño
y así ver cómo sube el nivel de agua de la bañera cuando os
sumergís en ella (ese será vuestro volumen).
La densidad del agua varía mediante la adición de solutos
(en nuestro caso, la sal). El agua salada es más densa que el
agua dulce. Al añadir sal al agua, conseguimos un líquido más
denso que el agua sin sal, lo que hace que el empuje que sufre
el huevo sea mayor y supere el peso del huevo, provocando
que flote.
Explicación:
La flotación en reposo viene dada por el Principio de Arquímedes: «todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y ascendente igual al peso del fluido que desaloja».
Aplicando este principio, si el peso del agua desalojada es superior al peso del cuerpo introducido en ella, dicho cuerpo flotará. En cambio, si el peso del agua desalojada es inferior al peso
del cuerpo introducido en ella, dicho cuerpo no flotará.