resumen del libro mi planta de naranja lima
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Narra la historia de un niño extraño llamado Zezé, que a sus cinco años siente lo que significa ser pobre. Él y su familia se mudan de vivienda por motivos económicos y cerca de esa casa, en una zanja encuentra un pequeño árbol de naranjo y lo bautiza como «Minguito» o «Xururuca» y con él comparte sus experiencias y lo hace su amigo imaginario. En su imaginación, Xururuca es un ser fantástico que puede imitar a varios personajes de cine, hablar, correr e incluso transformarse en pony y cabalgar.
Zezé vive con su papá (quien perdiera su empleo por una discusión con el gerente de la fábrica instalada en su pueblo), su mamá (de quien siente orgullo por ser «hija de indios» y quien trabaja en un telar), y sus hermanos: Jandira (la mayor), Lalá (quien se emplea como obrera en la misma fábrica que estuviera su padre, para ayudar a la familia), Gloria (quien lo defiende de los maltratos que recibe de parte de sus padres y demás hermanos), Antonio o "Totoca" (el mayor de los varones, que siempre busca sacar ventaja en todo) y Luis (el más chico de la familia, a quien cariñosamente Zezé llama "El Rey Luis"). También está la abuela Dindinha y el tío Edmundo quien le enseña muchas cosas culturales y que siempre se refiere a Zezé como un «niño precoz», pues aprendió a los cinco años a leer sin ayuda alguna. Dicho motivo es excusa para llevarlo al colegio aumentándole falazmente la edad a seis. Ahí conoce a Cecilia Paim, su maestra.
Zezé y otros niños juegan al «murciélago», que consiste en trepar en la parte trasera de un coche y pasear gratis por la ciudad; nadie se anima a trepar en el carro de Manuel Valadares un gordito de carácter fuerte. Zezé se atreve pero es sorprendido y castigado por éste. Al pasar los días Zezé, por querer coger guayaberas cae en una zanja y se corta el pie con un vidrio y es auxiliado por Gloria. Al día siguiente, cuando va al colegio es visto por Manuel y se compadece de la herida del niño, lo lleva a la farmacia y lo hace curar, ése será el inicio de una tierna amistad y el amor filial crecerá entre ambos, pero esa amistad será interrumpida por el El Mangaratiba, ferrocarril de la ciudad. Con la muerte de «Portuga», así le llamaban a Manuel, y de Minguito, Zezé maduró precozmente.
La biografía de ese autor:
José Mauro de
Vasconcelos nació el 26 de febrero de
1920, en Bangú, Río de Janeiro, Brasil, y murió el 25 de julio de 1984, en San
Pablo, Brasil. Fue un escritor brasileño.
Es hijo de madre india y padre portugués. En su
infancia vivió en Natal (lugar que marcó su vida). Su obra más famosa es la
novela " Mi planta de naranja-lima y Vamos a calentar el sol (la
continuación)".
Como autodidacta, ejerció diferentes oficios: fue
entrenador de boxeadores, trabajador de haciendas, pescador y maestro en una
escuela de pescadores, hasta que lo animó el deseo de viajar, de conocer su
país e interpretarlo. Convivió con los indios, de quienes aprendió historias y
tradiciones y acumuló experiencias. Se inició como cuentista oral, luego se
profundizó y fue escritor.
Tenía a su favor una excelente memoria, una rica
fantasía y un intenso deseo de transmitir, de contar. En principio, fue un
cuentista oral: con mímica y variadas entonaciones, inventaba y animaba sus
cuentos. Cuando empezó a darles forma escrita, sus cuentos y novelas
registraron su profundo espíritu de observación y esa cualidad sutil que
establece un fecundo diálogo con el lector.
En 1968 encabeza la lista de "Best
Sellers", con su libro "Mi planta de naranja-lima". En él,
relata la vida de un niño con una gran sensibilidad que es forzado a pasar a la
adultez debido a tristes circunstancias, y muestra sus sufrimientos y alegrías.
Los decesos prematuros de su hermano Luis a los 27
años y su hermana Gloria a los 24 influyeron notablemente en su trabajo.
Soñador empedernido y de una prosa suave y simple,
ante todo fue un hombre que conoció el sufrimiento. Murió a los 64 años.
Su familia es muy pobre, el padre está sin empleo, y la madre tiene que trabajar de noche en una fábrica Zezé ha aprendido a leer por si solo y todo eso le extraña mucho a su familia, pero él es muy listo. Recibe muchas palizas en casa y la mayoría de ellas sin ningún sentido.
De vez en cuando se cogía el cajón de lustrar y se ponía en la calle a lustrar para ganar un poco de dinero.
Muchas veces, su hermano Totoca le dice a Zezé para que pelee con los de su clase porque se ha metido en un lío. Tales son las palizas que le dejan cicatrices y alguna vez se desmaya.
En el cole es el mas listo de la clase. Está de moda subirse en la parte trasera de los coches para ir a la escuela, pero nadie nunca a conseguido montarse en el coche más lujoso, el del Portugués Manuel Valadares.
Un día Zezé intentó subirse en el coche, pero el portugués lo cogió y le pegó una paliza en frente de todos los vecinos y sentía más vergüenza que dolor. Trató de evitar verle.
Un día en un acto de travesura, mientras corría se cortó con un trozo de vidrio, sangraba mucho, fue una herida muy grabe. Se encontró con el Portugués, pero el portugués no parecía el mismo de aquella paliza, se acercó amablemente a donde él para auxiliarle con una voz muy cariñosa. Lo llevó a la farmacia a curar y desde entonces se hicieron muy amigos.
Zezé tenía una planta naranja lima que la llamaba Minguito o Xurucuca (porque era más cariñoso) con la que se llevaba muy bien ya que hablaban y Zezé montaba en sus ramas. Compartía muchos secretos con él como que tenía un buen amigo, el portugués, nadie conocía su amistad.
Pasaron muchas aventuras juntos, y cuando estaba con él no se sentía pobre.
Un día cuando estaban en clase la profesora dijo para escribir una frase en la pizarra y salió voluntario Zezé, y escribió: “Faltan pocos días para que lleguen las vacaciones”.
Pero entonces un compañero entró por la puerta llegando tarde y comentó que el Mangaratiba, un tren muy veloz, había atropellado al coche del portugués.
Zezé salió corriendo de clase para llegar al lugar del accidente, pero no le dejaron entrar al lugar, le dijeron que estaba en el hospital, pero él sabia que había muerto y que estaba en el cielo.
Zezé se puso muy enfermo, llegó hasta decir que se quería morir, que por qué el niño Jesús le había quitado a la persona que más quería. La gente se creía que estaba enfermo porque Totoca, su hermano, le dijo que iban a cortar a Minguito, pero le dijeron que era mentira para que se mejorara, pero siguió vomitando.
Su hermana Gloria no le dejó de cuidar ni un instante, y su madre cuando estaba en casa, tomaba el relevo de Gloria para que descansara un rato.
Todo el mundo decía que la calle sin el travieso de Zezé estaba muerta.
El padre encontró trabajo y la madre pudo dejar de trabajar en la fábrica por la noche.
Se compraron una casa con muchos árboles, para que pudiese elegir otro amigo y el padre le empezó a querer. Pero Zezé se acordaba mucho de su gran amigo Portuga. Pasaron los años y era Zezé quien repartía las bolitas y figuritas a los niños. Quería ser tierno como él lo había sido con el, y muchas veces se mentía. Era muy feliz, y le agradeció a Manuel Valadares todo ese cariño que le dio.