Respuestas
.Respuesta:La industria de la guerra nunca gozó de tanto poder como el que tiene actualmente. En el cóctel de su éxito se mezclan los nuevos conflictos en Oriente Próximo y África, las carreras armamentísticas en Asia –la región alberga seis de los diez mayores importadores de armamento–, un mayor apoyo político por parte de las potencias occidentales y la disminución de barreras legales y políticas que antaño restringían la venta de armas a países enemigos. Para poner en perspectiva esta realidad, un dato: la estadounidense Lockheed Martin, el mayor fabricante mundial de armamento, ingresa cada año más de 34.000 millones de euros, cifra superior al PIB de 97 países y cinco veces el presupuesto de Naciones Unidas para misiones de paz.
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