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Respuesta:
Desde finales del siglo III a. C., en que tuvieron lugar las guerras ilíricas, Roma había estado presente en enfrentamientos bélicos en el área del Adriático. En la Segunda Guerra Macedónica (200-196 a. C.), aliado con otros territorios griegos, Roma derrotó al Reino de Macedonia y proclamó la libertad de las ciudades griegas, que en la práctica suponía para Roma el inicio de una política intervencionista en toda la región helénica con el pretexto de garantizar esas libertades. En la Guerra contra Nabis (195 a. C.) librada a continuación, los romanos fueron parte de la alianza que derrotó a los espartanos, que tuvieron que renunciar al control sobre Argos. Tras el fin de esta guerra, los romanos evacuaron todas sus tropas de Grecia, pero enseguida se produjo un nuevo enfrentamiento, esta vez contra Antíoco III, que reinaba en el Imperio seléucida. El resultado de esta guerra (192-188 a. C.) fue plasmado en la Paz de Apamea y supuso que el Imperio seléucida, derrotado, dejara de ser un peligro para el expansionismo romano en Oriente.
Posteriormente, se desencadenó la Tercera Guerra Macedónica (171-168 a. C.), en la que Roma derrotó definitivamente a Macedonia, que fue convertida en provincia romana en 148 a. C. Por otra parte, los romanos ejercieron acciones de represión contra Iliria, Epiro y numerosos políticos antirromanos de la Liga Aquea. Además la Liga Etolia fue disuelta y se tomaron medidas que debilitaron a Rodas y al Reino de Pérgamo.1
Explicación:
sisierto