Respuestas
Respuesta:
El sacrificio humano en el mundo precolombino fue una práctica religiosa que se realizaba en el contexto de ciertos cultos de los pueblos indígenas de América. Esta práctica fue prohibida por los españoles a los pocos años de su llegada al continente americano. Gran diversidad de documentos y relatos son corroborados con abundante evidencia arqueológica e histórica dando cuenta de ello.1 La arqueología desde el siglo XX da clara muestra de su extendida práctica en Mesoamérica. El sacrificio humano debe ser entendido en su contexto histórico y cultural.2
Explicación:
porque en las controversias sostenidas en Valladolid entre Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas, entre 1550 y 1551, el problema de la práctica del sacrificio humano por parte de los amerindios ocupó un lugar central. Ninguno de ellos dudó de lo inaceptable de dicha práctica. Para ambos fue un indicador significativo de que los pobladores de las nuevas tierras vivían en la ignorancia y que a la España católica le correspondía el pleno derecho de apropiarse de los recursos, de someter a los naturales e imponerles nuevas leyes, gobierno y religión. Si bien los dos teólogos españoles procedían de ambientes intelectuales cercanos y compartían lecturas similares, el conocimiento de Las Casas de los sacrificios era más amplio y profundo que el de Sepúlveda; asimismo, la perspectiva de Las Casas se sustentaba en una teología más atenta a la vida social que la legalista teología de Sepúlveda, más orientada al ”deber ser”. Estas dos distintas concepciones del sacrificio tuvieron repercusiones importantes en el grado de racionalidad atribuida a los indios, en los métodos adoptados para su conversión al cristianismo y en las estrategias de colonización.
Explicación:
1En las controversias sostenidas en Valladolid entre Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas, entre 1550 y 1551, el problema de la práctica del sacrificio humano por parte de los amerindios ocupó un lugar central. Ninguno de ellos dudó de lo inaceptable de dicha práctica. Para ambos fue un indicador significativo de que los pobladores de las nuevas tierras vivían en la ignorancia y que a la España católica le correspondía el pleno derecho de apropiarse de los recursos, de someter a los naturales e imponerles nuevas leyes, gobierno y religión. Si bien los dos teólogos españoles procedían de ambientes intelectuales cercanos y compartían lecturas similares, el conocimiento de Las Casas de los sacrificios era más amplio y profundo que el de Sepúlveda; asimismo, la perspectiva de Las Casas se sustentaba en una teología más atenta a la vida social que la legalista teología de Sepúlveda, más orientada al ”deber ser”. Estas dos distintas concepciones del sacrificio tuvieron repercusiones importantes en el grado de racionalidad atribuida a los indios, en los métodos adoptados para su conversión al cristianismo y en las estrategias de colonización.