Respuestas
Respuesta:
DISTANCIAMIENTO SOCIAL
Explicación:
Las largas semanas de aislamiento o distanciamiento social debido a la pandemia de coronavirus han sembrado la incertidumbre sobre el futuro y han dejado a muchas personas ansiosas, lo que podría alimentar problemas psicológicos a largo plazo.
Niveles altos de estrés pueden causar trastornos del sueño, ansiedad, letargo, angustia y enojo, y ante esto debemos tratar de animarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno.
Debemos tratar de evitar los sentimientos negativos, recordar que esto pasará. También sería bueno hacer más actividades que nos hagan sentir mejor como ejercicios de respiración, relajación, hablar con sus seres queridos, orar, aprender algo nuevo, pensar con esperanza en el futuro y compartir nuestros problemas si no podemos hacerles frente nosotros mismos.
Los menores de 20 años o mayores de 65 años sintieron el mayor desafío en esta situación, ya que estaban lejos de su entorno social
La gente todavía anhela "reuniones con amigos, viajes, actividades deportivas, visitas familiares, ir al cine y obras de teatro, conciertos, cafeterías, restaurantes, hoteles, centros turísticos" y cosas por el estilo, pero con tanto tiempo de aislamiento; incluso después de que la pandemia se haya desvanecido, las personas pueden cambiar su comportamiento y sus hábitos, habrá un mayor enfoque en la higiene personal.
A medida que el encierro obligó a las personas a permanecer en el interior para detener la propagación de COVID-19, el distanciamiento social significó que muchos de nosotros no hemos podido ver o sentir a nuestros seres queridos, al tratar de adaptarnos a las cambiantes rutinas, también tratamos de garantizar nuestro bienestar emocional.
La incertidumbre y la pérdida de la sensación de control pueden conducir a un aumento de la ansiedad, el pánico y la depresión, y esos sentimientos afectan especialmente a las personas que enfrentaron pérdidas económicas, que perdieron a sus familiares o tuvieron problemas con el virus durante el proceso y esto puede provocar trastornos del sueño y la alimentación, la infelicidad crónica y el pesimismo, la falta de concentración y los arrebatos de ira.
Los humanos son seres sociales con una fuerte capacidad de adaptación, aquellos que no se han enfrentado a un trauma y carecen de una tendencia a la depresión o la ansiedad tendrán más facilidad para adaptarse al estado de las cosas una vez que la vida vuelva a la normalidad.
Cuando todo vuelva a la normalidad, podríamos seguir viendo los efectos del distanciamiento social y las obsesiones por la limpieza.