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Aparte de todas esas contadas diferencias, también está la de que en un pueblo al darse menos posibilidades de conocer gente nueva y por ende conocer cosas nuevas que hacer, te cierras un poco en la rutina y lo de siempre, lo que conlleva además cosas como: siemrpe el mismo trabajo y quizás un poco cerrarse sólo en lo que ves a diario, sin contar además que las posibilidades en una ciudad son exponencialmente mayores que en las de un pueblo que mayoritariamente se autoabastece.
Personalmente de pequeño siempre he vivido en una ciudad, pero cuando viajo a ciertos lugares, es decir pueblos, te das cuenta de que la gente es diferente. Siempre he tenido la idea de que son más cálidos y amables con los demás, quizás sea mi impresión o quizás el hecho de que tu vivas en España y yo en Chile donde nuestras realidades o se pueden parecer mucho como se pueden parecer en nada.