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Guerra contra Austria e incorporación de Lombardia
El rey de Cerdeña, Víctor Manuel II, y su primer ministro, Conde Camilo de Cavour, fueron quienes llevaron a cabo la unificación de Italia.
Unificación italiana
La Unificación italiana fue el proceso histórico que, a lo largo del siglo XIX, llevó a la unión de los diversos estados en los que la península itálica estaba dividida, en su mayor parte vinculados a dinastías consideradas «no italianas», como los Habsburgo o los Borbones.
Explicación:
Promotores de la unidad italiana
Como principales promotores del gran suceso que fue la unidad italiana, debemos considerar al patriota y revolucionario Giuseppe Garibaldi, que supo conducir al pueblo a la lucha y que trabajó incansablemente toda su vida por la alcanzar este fin; a Mazzini gran propagandista y político que mantuvo tenso el espíritu de independencia y de fe en los destinos de Italia; a Víctor Manuel de Saboya, rey de Cerdeña, cuya política estuvo siempre encaminada a la consecución de la unidad italiana y cuyo arrojo y decisión se manifestaron en cuantas ocasiones propicias a estos fines se le presentaron; y, sobre todo, al patriota y político conde de Cavour, que puso su gran talento, su capacidad al servicio de esta empresa; y como causas coadyuvantes al éxito de aquel movimiento pueden mencionarse, el doblez de la política de Napoleón III, los efectos que en Italia causó la Revolución francesa de 1848, y al marcado contraste entre la política liberal seguida por los reyes de Cerdena y a la tiranía observada por los reyes de las Dos Sicilias.
Etapas de la Unificación Italiana
Distinguimos las siguientes etapas en la Unificación Italiana:
Guerra contra Austria e incorporación de Lombardia
El rey de Cerdeña, Víctor Manuel II, y su primer ministro, Conde Camilo de Cavour, fueron quienes llevaron a cabo la unificación de Italia. Estaban convencidos que para culminar su magna obra era de imperiosa necesidad enfrentarse a Austria, principal enemiga de tal unión, y que, asimismo había anexado los estados de Lombardia y Venecia. Para ello, concibieron el plan de solicitar ayuda a una gran potencia. Fue así como pactaron secretamente con Napoleón III, Emperador de Francia, quien, a su vez, tenía también puestas sus miradas en Soboya y Niza.
Iniciadas las hostilidades, la campaña militar, que fue de corta duración, dio la victoria a los franco-sardos, pues los ejércitos austríacos fueron derrotados en las batallas de Magenta y Solferino en 1859 . Pero, seguidamente. Napoleón III firmo por separado. y en forma inesperada y sorpresiva, un armisticio con Austria por el cual Lombardía pasaba a poder de Víctor Manuel IL pero quedaba aún bajo la dominación austríaca: Ve-necía; Francia obtenía, en cambio, Saboya y Niza.
Anexión de los Estados de Parma, Modena y Toscana
La victoria sobre Austria despertó el sentimiento nacionalista entre los estados de Italia Central. Un plebiscito realizado en 1860 determinó entonces la incorporación al reino de Cerdeña (base de la futura Italia), de los estados de Parma, Módena y Toscana.
La revolución de las dos Sicilias
Giuseppe Garibaldi, con el apoyo secreto de Cavour, desembarcó en Sicilia y se apoderó de la isla, al mando de un cuerpo de mil voluntarios que vestían camisas rojas (los Mil Camisas Rojas). Poco después ocupó el reino de Nápoles. El ejército sardo, al mando del propio Víctor Manuel II, después de conquistar los Estados de la Iglesia, excepto la ciudad de Roma, se unió a Garibaldi en Nápoles. Las dos Sícilias declararon su incorporación al reino de Cerdeña.
El 13 de marzzo de 1861, el primer parlamento nacional reunido en Turín, proclamó como Rey de Italia a Víctor Manuel II.
Incorporación de Venecia
Para conseguir la incorporanción de Venecia, Víctor Manuel II entró en alianza con Prusia, rival de Austria. Surgida la contienda, la victoria favoreció a Prusia; nación que obligó entonces a Austria a devolver Venecía a Italia.
Incorporación de roma, conclusión de la Unificación Italiana
Con la anexión de Venecia, faltaba solamente la incorporación de los Estados de la Iglesia y, sobre todo, de la ciudad de Roma, para dar por concluida con la total unificación de Italia.
Víctor Manuel II se había comprometido con Napoleón III a mantener el dominio del Papa sobre la capital del mundo católico. Una primera tentativa de Garibaldi para apoderarse de Roma fue rechazada por el ejército sardo (1862). Una segunda lo fue por la guarnición francesa que custodiaba Roma (1867). La situación cambió por completo tres años después, cuando estalló la guerra franco-prusiana, pues Napoleón III debió retirar la guarnición que mantenía en Roma (1870).
espero y te sirva la información :3
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gracias