Respuestas
a que deforma la realidad mediante la exageración. Su apreciación ayuda a reconocer el valor estético.
Ejemplos: •brillante como el oro. •tus ojos son como el sol.
Los símiles pueden ser reversibles (disponiendo sucesivamente los dos términos en distinto orden) o graduados (de inferioridad, igualdad o superioridad), así como asociarse a otras figuras (exemplum, alegoría, alusión, antonomasia, etc.)3
En la actualidad, los repertorios de figuras literarias no establecen distinción entre el símil y la comparación4[cita requerida]y se insiste en el uso de elementos de relación como norteños “como”, “cual”, “que” o “se asemeja a” para diferenciar formalmente a esta figura de la metáfora. Pongamos un ejemplo para dejar clara esta diferenciación entre los conceptos símil y metáfora: tus níveas manos son suaves como el terciopelo (símil); tus níveas manos son terciopelo (metáfora).
Con el nombre latino de símiles se designan en retórica los razonamientos que se apoyan en la analogía o relación de semejanza entre los asuntos tratados.5