Respuestas
Respuesta:
Las desigualdades socioeconómicas pueden manifestarse de diferentes maneras. A veces, se expresan simplemente como disparidades entre individuos (u hogares); o bien, entre grupos emparentados sobre la base de factores tan variados como, por ejemplo, clase social, género, etnia, entre tantos otros. Asimismo, las desigualdades sociales y económicas pueden percibirse en diferentes escalas geográficas de análisis, entre países o conjuntos de países, como también a nivel subnacional, entre regiones, provincias, departamentos, ciudades o pueblos, barrios. Si bien el eje de este trabajo radica precisamente en la manifestación territorial de las desigualdades, está claro que ambos planos se encuentran profundamente interrelacionados. Como señala Kessler (2014: 204), “no hay superación de la desigualdad de los habitantes sin modificar las desigualdades de los territorios que habitan”. Por otro lado, las disparidades espaciales son una dimensión clave de la inequidad total de un país. Dado que las diferencias entre territorios respecto a sus niveles de ingresos, pobreza, salud o educación, entre otros, contribuyen a los contrastes agregados de esos indicadores en el ámbito nacional, para alcanzar una mayor igualdad es indispensable abordar las brechas territoriales
Explicación:
En los últimos años, el problema de las desigualdades territoriales ha ganado un lugar estratégico tanto entre investigadores como entre hacedores de política. Esto ha ido de la mano de varios aportes que documentaron la presencia de importantes disparidades geográficas (en aumento en la mayoría de los casos) a lo largo de países en desarrollo de Asia, Europa, África y América Latina (véase, por ejemplo, CEPAL, 2010; Heidenreich & Wunder, 2008; Kanbur, López Calva & Venables, 2005; Kanbur, Venables & Wan 2006; Kanbur & Venables, 2005, 2007; Kim, 2009; Milanovic, 2005a, 2005b; Pike, Rodríguez-Pose & Tomaney, 2006; RIMISP, 2012; Silva Lira, 2012). Por su parte, las asimetrías socioeconómicas entre territorios han sido un tema presente a lo largo de toda la historia argentina (Cao & Vaca, 2006; Gelman, 2011) y el problema del desarrollo desigual de las distintas regiones y provincias del país persiste hasta la actualidad