Respuestas
Respuesta:
La inspiración es la savia de los creadores. Un escritor puede tener una gran prosa, una prodigiosa habilidad para la descripción, un don para la creación de personajes, una suerte para la narración de eventos, o una capacidad extraordinaria para conectar líneas argumentales. Sin embargo, de la misma manera que no se puede construir una casa sin los materiales requeridos, toda esa habilidad queda reducida a cero sin la inspiración. Digámoslo así: ¿en qué trabajaría un médico en un mundo en el que las enfermedades no existen? ¿De qué serviría la seguridad en un mundo en paz? O dicho de otro modo, ¿de qué le sirve a un escritor su habilidad si no tiene sobre qué escribir?
Para tener ideas podemos recurrir a casi cualquier cosa. A medida que vivimos nos vamos topando con pequeñas historias que siempre son buen material de escritura, desde vivencias personales hasta las noticias del telediario. Y ya puestos, siempre podemos recurrir a la Historia Universal, una mina de oro que ofrece infinitas posibilidades narrativas; podemos tratar hitos históricos o utilizar determinados periodos históricos como ambientación; la época victoriana, los años pre-revolucionarios en Francia, los largos meses en Estados Unidos de América con la Ley Seca. Las opciones son innumerables.
Explicación:
Un resumen del texto anterior:Un escritor puede tener una gran prosa, una prodigiosa habilidad para la descripción, un don para la creación de personajes, una suerte para la narración de eventos, o una capacidad extraordinaria para conectar líneas argumentales. Sin embargo, de la misma manera que no se puede construir una casa sin los materiales requeridos, toda esa habilidad queda reducida a cero sin la inspiración.