Hola de esta lectura quiero que me busquen los conctores temporales.
Al que responda correctamente le doy CORONA
En el zoológico de Guayllabamba, Quito, esta semana se hizo público el nacimiento de Huaira Anti, que en lengua quichua significa Viento de los Andes. Es un pichón de cóndor que permaneció en sus primeros dos meses de vida solo bajo el cuidado de los técnicos de la institución, para garantizar su estabilidad.
Este polluelo nació el 10 de mayo pasado, pero la información se mantuvo en reserva hasta confirmar que se podría seguir el proceso planificado para Viento de los Andes: liberarlo en los páramos andinos.
El espacio donde viven sus padres: Auki, de 32 años, y Causay, de 20, está bloqueado a visitantes, pues los técnicos del zoológico quieren evitar cualquier distracción de la pareja.
El pequeño cóndor saldrá del nido a los 6 meses y sus padres dejarán de alimentarlo a los 2 años, aproximadamente. Auki, papá, y Causay, mamá, llevan más de quince años en cautiverio, y son los que se encargarán de darle las primeras lecciones de vuelo y supervivencia. Pero durante este periodo está previsto que nazcan dos nuevas crías, para así liberarlas juntas en el páramo, su hábitat.
Huaira Anti es el cuarto polluelo de cóndor que nace en este centro de animales, pero el primer macho. Los ejemplares anteriores se encuentran en la Hacienda Zuleta y Parque Cóndor, en Imbabura, y el otro, en la Hacienda Ilitio, en Cotopaxi.
“Este nacimiento es muy especial, porque se espera poder liberarlo a los 3 años aproximadamente”, explica Ximena Pazmiño, directora del Zoológico de Guayllabamba.
Mientras tanto, seguirá aislado con sus padres y recibiendo las enseñanzas de estas fuertes aves, cuyas condiciones para sobrevivir en estado natural se dificultan por la reducción de los bosques, la escasez de alimento, su condición monógama, el proceso de aprendizaje y la defensa del territorio.
La esperanza de repoblar los cielos andinos con la especie insigne del Escudo Nacional crece en los trabajadores del zoológico con este nuevo nacimiento. Según cifras que la institución maneja, se presume que no quedan más de 50 individuos en estado natural, cifra que coloca al cóndor en peligro crítico, pero que no desanima a los especialistas en aves que ya tienen programados más procesos de reproducción.
Respuestas
Respuesta:
En el zoológico de Guayllabamba, Quito, esta semana se hizo público el nacimiento de Huaira Anti, que en lengua quichua significa Viento de los Andes. Es un pichón de cóndor que permaneció en sus primeros dos meses de vida solo bajo el cuidado de los técnicos de la institución, para garantizar su estabilidad.
Este polluelo nació el 10 de mayo pasado, pero la información se mantuvo en reserva hasta confirmar que se podría seguir el proceso planificado para Viento de los Andes: liberarlo en los páramos andinos.
El espacio donde viven sus padres: Auki, de 32 años, y Causay, de 20, está bloqueado a visitantes, pues los técnicos del zoológico quieren evitar cualquier distracción de la pareja.
El pequeño cóndor saldrá del nido a los 6 meses y sus padres dejarán de alimentarlo a los 2 años, aproximadamente. Auki, papá, y Causay, mamá, llevan más de quince años en cautiverio, y son los que se encargarán de darle las primeras lecciones de vuelo y supervivencia. Pero durante este periodo está previsto que nazcan dos nuevas crías, para así liberarlas juntas en el páramo, su hábitat.
Huaira Anti es el cuarto polluelo de cóndor que nace en este centro de animales, pero el primer macho. Los ejemplares anteriores se encuentran en la Hacienda Zuleta y Parque Cóndor, en Imbabura, y el otro, en la Hacienda Ilitio, en Cotopaxi.
“Este nacimiento es muy especial, porque se espera poder liberarlo a los 3 años aproximadamente”, explica Ximena Pazmiño, directora del Zoológico de Guayllabamba.
Mientras tanto, seguirá aislado con sus padres y recibiendo las enseñanzas de estas fuertes aves, cuyas condiciones para sobrevivir en estado natural se dificultan por la reducción de los bosques, la escasez de alimento, su condición monógama, el proceso de aprendizaje y la defensa del territorio.
La esperanza de repoblar los cielos andinos con la especie insigne del Escudo Nacional crece en los trabajadores del zoológico con este nuevo nacimiento. Según cifras que la institución maneja, se presume que no quedan más de 50 individuos en estado natural, cifra que coloca al cóndor en peligro crítico, pero que no desanima a los especialistas en aves que ya tienen programados más procesos de reproducción.