Respuestas
Respuesta:
Había una vez una niña y su abuelo estaban caminando en el campo una noche y
la niña estuve muy asustada. A ella, no le gustaba la noche porque el cielo estaba muy
oscuro y ella no podía ver muy bien. El abuelo de la niña sabía que ella estaba temerosa
y por eso, él decidió decirla el cuento de la formación de las estrellas. Él abuelo la
preguntó;” ¿Bella, sabes tú por qué hay las estrellas en el cielo, no?”
Bella respondió, “¿No, no sé abuelito, por qué?”
“Pues, mi amor, cuando un bebé nace, hay un ángel de guardián para el bebe.
Cada persona tiene su propio ángel, y hay millones de ángeles en las nubes. Los ángeles
están mirando sobre nosotros todo el tiempo. Ellos aseguran que nosotros estamos
seguros en nuestras vidas.”
Una gran sonrisa vino de la cara de la niña.
“..Y mi amor, el cielo brilla por Dios y sus ángeles todo el tiempo, incluso durante
la noche. Los ángeles nunca necesitan dormir y durante la noche cada ángel tiene su
propio hoyo en el cielo para mirar sobre nosotros. Hay un hoyo para cada persona en el
mundo.”
“¡Abuelo!” exclamó la niña “Yo vi mi estrella y yo no estoy asustada nada mas
porque yo sé que mi ángel está allí todo el tiempo.
Explicación:
Respuesta:
En una gran extensión de tierra, llena de lagunas, vivían Ráquira (o Iraca) y su sobrino Ramiriquí. Su imperio estaba caracterizado por su riqueza natural: árboles en las riberas de los ríos y de las lagunas de Hunza, Tinjacá, Guatavita e Iguaque, entre otras, limitados solo por las verdes montañas que protegían los bosques y las aguas.
Explicación: