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Respuesta:espero que tesiva
La definición de un horizonte estratégico, en todas sus dimensiones: políticas, sociales, económicas, urbanísticas y territoriales, es un reto de futuro que tiene planteado nuestra ciudad; hay que abordarlo con rigor y determinación después de tantas vacilaciones e improvisaciones de tiempos recientes. Este artículo expone algunas cuestiones relativas a la economía de las ciudades en torno a la lectura de dos ensayos sobre el tema en el que sus autores, ambos norteamericanos, se posicionan, apoyándose en numerosos ejemplos, sobre cuáles son los factores que contribuyen a que una economía urbana prospere e impulse cambios cualitativos en la ciudad. El primero es la obra de Jane Jacobs, La economía de las ciudades, publicado a finales de los años sesenta del siglo pasado y, el segundo, El triunfo de las ciudades, de la que es autor Edward Glaeser, publicado hace un par de años. Ambos, a pesar de los más de cuarenta años de distancia entre ellas y de que sus autores se mueven en ámbitos ideológicos distintos y en ocasiones contrapuestos, desde el comunitarismo de Jane Jacobs al pensamiento neoliberal de Glaeser, coinciden en lo esencial. Hay que recordar que Jacobs fue una conocida activista que participó en movimientos sociales urbanos en Nueva York y Toronto, su libro Muerte y vida de la grandes ciudades, publicado en los años sesenta del siglo XX, es en la actualidad una referencia obligada en la enseñanza del urbanismo contemporáneo.
A pesar de haber sido escritos en contextos diferentes, una economía industrial en el caso de Jacobs y una economía de servicios en el de Glaeser, de sus páginas emerge la ciudad como una forma espacial y social dotada de una lógica e invariantes propias. La ciudad no es un producto de la economía, es una obra material y social que actúa como una variable independiente en el conjunto de las que configuran y afectan a la estructura productiva urbana.
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no sé está difícil si quieres dile a otra persona que te ayude