• Asignatura: Psicología
  • Autor: nicoltquintero
  • hace 4 años

Caso:
Isabel, de 35 años, secretaria, tiene dos hijos de 8 y 2 años y está en trámites de divorcio. Hace una semana la ascendieron a secretaria privada del presidente, cargo con gran responsabilidad y máxima dedicación horaria.
Así transcurren sus días, entre reuniones de abogados por los trámites de su divorcio, juicios por el reparto de bienes gananciales y por la custodia de sus hijos, discusiones con su marido, dejar a sus hijos con otra persona por salir cada vez más tarde del trabajo, estar pendiente, aunque ausente, de la educación de los mismos y sentir que estén bien atendidos, y sumarle a todo ello ser competente para estar a la altura de su nuevo puesto laboral Ultimamente, Isabel siente que el corazón le va más rápido (taquicardia), se marea a veces, está fatigada, tiene sudores que acompañan a un estado de inquietud y newiosismo. Empieza a discutir cada vez más con la persona que cuida de los niños porque cree que no los atiende lo suficiente, llega de mal humor al trabajo y a veces se le olvidan cosas, lo que provoca discusiones con su jefe.
Además, no duerme bien por la noche
A medida que pasan los días, Isabel está más triste, se siente sola e incapaz de poder salir adelante con todo. Rompe a llorar por cualquier cosa. En el trabajo se distrae, se olvida de trasmitir a su jefe algunas citas, está bloqueada ante determinadas decisiones que tiene que tomar. Ha perdido el apetito, ha comenzado otra vez a fumar (lo había dejado hacía dos años) y a tomar tranquilizantes para dormir.
Isabel toma târmacos para dormir. Como apenas come y no para de fumar, ha perdido cinco kilos_ Cada vez que los niños se acercan a ella, les grita y pelea Su relación con ellos empieza a ser tensa
En cuanto al trabajo, ha llegado tarde varias veces. El jefe, preocupado, le ha preguntado si necesita ayuda y le ha comentado que, si no puede con la responsabilidad y el ritmo de trabajo, podrían buscar otro puesto más apropiado para su situación. Pero Isabel no quiere oír hablar de eso, ya que necesita más que nunca los ingresos que le ofrece este nuevo puesto, y además ha luchado mucho para llegar donde está. Apenas sale con sus amigos porque llega agotada a casa, aunque luego no puede dormir.
Ayer, cuando regresaba a casa, preocupada por el agobio que tenia y por que no veria a los niños, que ya estarían acostados, casi atropella a un niño que cruzaba la calle por un sitio inadecuado Isabel ni lo había visto. Frenó en seco y se puso a llorar. A la mañana siguiente pidió permiso en el trabajo y se fue al médico

Respuestas

Respuesta dada por: saulete17
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