Escribe tres ejemplos o dibujos de la mezcla de
tradiciones indígenas, española y africana.
le doy corona
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Las costumbres, fiestas y vestimentas indígenas en Ecuador no son totalmente puras, tuvieron una gran ingerencia de los españoles y muchas de estas se adaptaron, modificaron y se tornaron representaciones del catolicismo.
El padre salesiano Juan Bottasso, fundador del Centro Cultural Abya Yala, interesado en las culturas indígenas, comenta, por ejemplo, que la Fiesta de San Pedro y San Pablo, en la Sierra norte, que termina con la toma de la plaza, es una representación y adaptación de la fiesta española de los Moros y Cristianos.
Recuerda que durante la conquista los españoles sustituyeron las celebraciones indígenas, que se relacionaban con el ciclo reproductivo de la tierra, con fiestas en honor a los santos católicos. “Pero aunque aparentemente tengan aspectos de la liturgia católica, en el fondo siguen siendo conmemoraciones ancestrales muy ligadas al ciclo agrícola”, dice.
Unificación por interés
Todas esas tradiciones han sido sometidas a una transformación y es por esto que no hay que tener la obsesión de encontrar lo auténtico, lo puro, “porque toda la historia de la humanidad es una mezcla de sincretismo, de aculturaciones, de encuentros de elementos”, expresa el investigador religioso.
Al hablar de la vestimenta y la lengua, Bottasso señala que en la Sierra ecuatoriana existen numerosos pueblos indígenas y no solo uno como aparenta ser por tener al kichwa como idioma unificado, cuando en sus orígenes cada uno tenía su lengua. Sin embargo, la unificación se dio, no por los Incas, sino por los “doctrineros, los misioneros para facilitarles la evangelización”, cuenta.
En cuanto a la vestimenta, indica que el poncho y el sombrero son adaptaciones españolas a las costumbres indígenas y cuyo objetivo, sobre todo en las haciendas, era distinguirlos, a manera de vigilancia, para no permitirles una libre movilización.
En el caso de la Amazonía, señala que las costumbres se mantuvieron hasta muy entrado el siglo XX, pero que ahora, al igual que los otros pueblos, los atuendos ya no son de uso corriente. Sin embargo, hay quienes los visten, para manifestar su pertenencia o identidad en ciertos casos, como los representantes en la Asamblea, que usan la atahuashpa (corona de plumas).
Interés por el mestizaje
El padre Juan Bottasso manifiesta que en el último censo de población, el 7% de los ecuatorianos se autodefinió como indígena, “lo que quiere decir que una mayoría ya son exindígenas y que su horizonte no es la cultura ancestral, sino el mundo mestizo”.
Esto se debe a que “la mecanización de la agricultura, lo que hacían unos 200 hombres con el azadón, hoy lo hace un tractor, los expulsó a las ciudades donde sustituyeron el poncho por la chompa, el sombrero por la gorra, las alpargatas por los zapatos, el kichwa por el castellano y las comidas de granos (maíz, habas…) por el pan y la gaseosa… Ahora son choferes, artesanos, empleados públicos, taxistas y comerciantes”, añade.
Agrega que incluso hay jóvenes que se han independizado económicamente y ya no hablan o no quieren conversar a través del kichwa, porque están interesados en la modernización, más que en la conservación de su cultura. “Es por eso que es tan pequeño el número que se identifica como indígena porque su horizonte es otro”, lamenta el religioso. (CM)
Ejemplo
Conservación de identidad
° Aún se mantiene la capacidad de grupos indígenas de mantener su identidad y su orgullo.
° Un ejemplo es el pueblo Vasco en España, que tiene una fuerte conciencia de identidad, hablan vasco y lo enseñan a sus hijos.
° A pesar de esto, los vascos no están en contra de la modernización, así, es la zona más industrializada, tecnificada y avanzada.
° Entonces, es posible el desarrollo y conservar la identidad con ciertas tradiciones.
Folclor y paternalismo
El padre Juan Bottasso expresa su preocupación porque muchas costumbres y fiestas indígenas son usadas para entretener al extraño, al curioso, al turista. “Es una folclorización que le quita un poco el alma de la celebración y vende solo el aspecto exterior”, afirma.
Pero también se muestra partidario de dejar de ser paternalistas y dejar que los mismos indígenas, que son ciudadanos inteligentes, capaces y maduros tomen sus propias decisiones.
“Nosotros lo que podemos hacer es, en base a la experiencia, señalarles los riesgos de una acelerada desidentificación, que puede volverles unos genéricos que no pertenecen a nada… Si es que quieren se les puede decir los riesgos y peligros”.
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