Holaaa, necesito 5 poemas del mismo tema para realizar una antología​

Respuestas

Respuesta dada por: eltrop
1

Respuesta:

Luis Cernuda

No decía palabras,

acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,

porque ignoraba que el deseo es una pregunta

cuya respuesta no existe,

una hoja cuya rama no existe,

un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,

remonta por las venas

hasta abrirse en la piel,

surtidores de sueño

hechos carne en interrogación vuelta a las nubes

Respuesta dada por: dg6634743
2

Respuesta:

Haré una poesía sobre absolutamente nada:

no se tratará de ti ni de ninguna otra gente;

no tratará de amor ni de juventud,

ni de ninguna otra cosa,

habrá sido compuesta mientras dormía,

sobre un caballo.

(…)

Ya he hecho la poesía no sé de qué;

la enviaré ahora a aquel

que por medio de otro me la transmitirá

al Petitieu,

para que mi dama me envíe la contrallave

de su estuche.

* * * * *

Tú me has llenado de dolor la mente

Guido Cavalcanti (Florentino, 1250-1300)

Tú me has llenado de dolor la mente,

tanto que el alma se esfuerza por partir

y los suspiros del corazón doliente

muestran a los ojos que no puedo más.

Amor, que tu gran valor siente,

dice; “Lamento que debas morir

por esta cruel dama que no parece

oír que habla la piedad por ti”.

Voy como el que está afuera de la vida,

que a la vista parece un hombre

tallado en piedra, bronce o madera,

mas camina sólo por costumbre

y en el corazón lleva la herida

que es señal de muerte verdadera.

* * * * *

Relámpago en reposo

Octavio Paz (Mexicano, 1914-1998)

Tendida,

piedra hecha de mediodía,

ojos entrecerrados donde el blanco azulea,

entornada sonrisa.

Te incorporas a medias y sacudes tu melena de león.

Luego te tiendes,

delgada estría de lava en la roca,

rayo dormido.

Mientras duermes te acaricio y te pulo

hacha esbelta,

flecha con que incendio la noche.

El mar combate allá lejos con espadas y plumas.

* * * * *

Soneto

Elizabeth B. Browning (Inglesa, 1806-1861)

Si amarme quieres, sólo amor te mueva.

No digas: la he de amar porque me agrada

su celestial sonrisa, su mirada,

su voz, su pensamiento, que se eleva

como el mío, y al alma mía lleva

grata emoción. Que, la emoción pasada,

pudiera ser por ti menospreciada;

tal amor no triunfara en toda prueba.

Ni nazca tu cariño del encanto

que hallas tal vez al enjugar mi llanto:

quizá por ti olvidara mi dolor,

y me olvidaras tú, feliz al verme.

Amame por amor; así quererme

podrás en una eternidad de amor.

* * * * *

La piedad del amor

W. B. Yeats (Irlandés, 1865-1939)

Una piedad indecible

se esconde en el corazón del amor;

quienes compran y venden,

las nubes en sus altos viajes,

los vientos fríos y húmedos que soplan siempre

y el bosque fantasmal de los avellanos

donde corren aguas grises

amenazan esa cabeza que amo.

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