Respuestas
Explicación:
Desde la formación de la Tierra hace aproximadamente 4.570 millones de años, hasta que hace unos 3.850 millones de años terminó el último bombardeo masivo de meteoritos y cometas, nuestro planeta probablemente no reunía todas las condiciones para que la vida comenzara y se mantuviera en él. Sin embargo, se considera probado que hace unos 3.500 millones de años la vida ya existía en nuestro planeta, como indican los estromatolitos hallados en zonas de Australia y Sudáfrica, las primeras evidencias fósiles de la existencia de bacterias con esa antigüedad.
Es decir, parece quedar claro que la vida apareció en la Tierra en un intervalo de unos 300 millones de años. Quizá sea la cuestión más sencilla de determinar, pues el principal problema al que nos enfrentamos surge al intentar descifrar cómo y dónde surgió la vida, de qué manera las moléculas inorgánicas sencillas pudieron dar lugar a otras más complejas (química prebiótica) capaces de organizarse y evolucionar hacia las primeras células (abiogénesis).
Es por ello que resulta trascendental y, al tiempo, controvertido definir exactamente a qué nos referimos cuando hablamos de “vida”. No existe una definición sencilla y completa, pero lo que sí podemos es distinguir una serie de características que diferencian a los seres vivos de los que no lo son:
Los seres vivos tienen un elevado nivel de complejidad y organización: los seres vivos están formados por átomos, moléculas sencillas, macromoléculas y células (teoría celular).
Los seres vivos intercambian materia y energía con el entorno, que se transforman mediante un conjunto de procesos que denominamos metabolismo.
Los seres vivos son capaces de reproducirse, generando nuevos seres vivos semejantes a los progenitores, para perpetuar la vida y la especia a través de sus descendientes.
Los seres vivos crecen y se desarrollan, aumentando de tamaño y sufriendo una serie de cambios a lo largo de su ciclo vital.
Los seres vivos responden a los estímulos, siendo capaces de relacionarse y autorregularse.
Considerando estas características, se han realizado muchas definiciones de vida que, aun siendo cuestionables, resultan suficientes para nuestro propósito. Por ejemplo: