Respuestas
Respuesta:
1. Son conversacionales: tanto la filosofía como el humor generan diálogo, conversación.
2. Parten de experiencias cercanas, familiares: ninguna de las dos te habla de experiencias lejanas y desconocidas, sino de vivencias o controversias comunes y que causan perplejidad.
3. Parten y plantean preguntas: la filosofía no pretende contestar y resolver preguntas, sino formularlas, lo mismo que ocurre con los monólogos.
4. Necesitan de una cierta distancia emocional: Los filósofos y los humoristas se alejan de los sentimientos o emociones que pueden generar sus reflexiones, monólogos o chistes, para pensar o hablar en libertad.
5. Pensamiento crítico: ambos cuestionan ideas que damos por sentadas, sea por autoridad o por tradición. Su trabajo es ser críticos, no políticamente correctos.
6. El lenguaje, la palabra, como 'arma': los argumentos filosóficos y humorísticos, para explicarse, tienen la palabra como elemento clave.
7. Generan placer: el pensar y el reír son placenteros y contribuyen al crecimiento personal de cada individuo.
"Yo creo que el humor es una consecuencia de la inteligencia y la filosofía también. El pensamiento lo que hace es rastrear el desatino y en el desatino vive el humor, en lo inesperado, en lo absurdo, en las pequeñas paradojas...", ha comentado Luis Piedrahita.
Explicación:
Espero que no te sirva y me des corazon