Respuestas
Explicación:
Cuida tus relaciones. Establece relaciones sinceras de cariño, apoyo y confianza dentro y fuera de la familia. Estas personas son las que estarán contigo en los momentos difíciles.
Afronta los problemas y busca soluciones. No puedes evitar que te pasen cosas desagradables, pero sí puedes cambiar la manera en que los interpretas y reaccionas ante ellos. No huyas del problema, piensa que es un reto que hay que superar; tienes la capacidad suficiente como para afrontarlos y encontrar soluciones apropiadas.
Establece metas y objetivos. Proponte metas realistas que te ayuden a empezar a cambiar aquello que deseas cambiar. Ponte objetivos muy a corto plazo, y cúmplelos. Ver cómo consigues dar esos pequeños pasos te animará a seguir el camino hacia tu meta.
Acepta la realidad. Si no aceptas la realidad tal y como es nunca podrás cambiarla. El cambio forma parte de la vida. Hay circunstancias que no puedes cambiar, acéptalas para que tu atención pueda enfocarse en las que sí puedes modificar.
Actúa. No ignores ni te quedes paralizado ante los problemas, no van a desaparecer por arte de magia. No te desanimes si muchas de las soluciones no funcionan, lo importante es que lo estás intentando; sigue generando soluciones y continúa trabajando.
Confía en ti. Cree en tu capacidad para resolver problemas y confía en tus instintos; realmente no sabes lo que puedes hacer hasta que no lo intentas.
Sé optimista. No se trata de que dejes de ser realista. Una visión optimista de la vida te permite tener esperanza de que la situación cambiará en el futuro, y sobretodo de que eres capaz de controlar tu vida y hacer los cambios necesarios para mejorarla.
Genera nuevas fortalezas. Los problemas son retos que te encuentras en la vida, a menudo te empujarán a cambiar tu punto de vista y hacerlo más amplío y flexible, te harán madurar y ver el mundo y a los demás desde otra perspectiva. Es una gran oportunidad para aprender algo sobre ti mismo y sentir que has crecido de alguna forma a nivel personal.
Cuídate. Tomate tiempo para descansar y recuperar fuerzas. Haz uso del sentido del humor; practica la relajación y el ejercicio físico regularmente. Cuidar de ti misma te ayudará a mantener tu cuerpo y tu mente preparados para enfrentar situaciones que requieran resiliencia.