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Respuesta:
Había una vez un cazador muy hábil que salía a cazar varias veces por semana. Este cazador solo abatía piezas para comer o para vender en el mercado. Con lo que cazaba comía toda la familia y sacaba dinero para otras necesidades. Un día, estaba un día el cazador paseando por el bosque, en busca de alguna presa, como siempre.
Sigilosamente, el cazador se acercó, a ver qué pasaba. - La recompensa por cazar al Gran Ciervo es de dos mil monedas -dijo uno. - El problema es que nadie sabe dónde esta el Gran Ciervo -dijo el segundo. El cazador no necesitó oír más.
Con eso podría mantener a su familia de por vida. Sin pensárselo más, el cazador salió en busca del ciervo. Cuando el cazador al fin llegó a la zona donde solía ir a beber el Gran Ciervo, se escondió tras una gran roca, colocó la escopeta y esperó. Solo tuvo que esperar una hora para ver al Gran Ciervo acercarse, tan majestuoso y hermoso como se decía que era.
El cazador apuntó. -Venga, solo es un animal más -pensó el cazador-. El Gran Ciervo tenía la cornamenta de oro. El cazador bajó el arma.
Algo en su interior le dijo que no podía acabar con aquel ciervo. Decidido a salvarlo, el cazador dejó su arma tras la roca y se acercó al Gran Ciervo, seguro de que corría un gran riesgo con ello. -Gran Ciervo, no sé si me entiendes, pero tienes que huir -dijo el cazador-. - Y tú ¿no quieres la recompensa? -preguntó el Gran Ciervo, ante la mirada asombrada del cazador.
-Pero tú estás acostumbrado a cazar, ¿no es cierto? -dijo el Gran Ciervo-. -Solo cazo para vivir -dijo el cazador-. -Pero con la recompensa también podrías vivir, y muy bien, supongo -dijo el Gran Ciervo. -No a costa de alimentar la avaricia de nadie -dijo el cazador, muy digno.
-Gracias, cazador, estoy en deuda contigo -dijo el Gran Ciervo-. EEl cazador y el Gran Ciervol Gran Ciervo huyó y el cazador volvió a casa, pero no le contó nada a su familia. -El Gran Ciervo ha vuelto y quiere que te diga que no ha olvidado su promesa. El cazador dio las gracias a la criatura y volvió a casa.
El cazador se las enseñó a su familia y les contó toda la historia. -¿Qué haremos con todo eso? -preguntó uno de los hijos del cazador. -Entonces mamá y tú tendréis que seguir trabajando -dijo otro de los hijos del cazador. -Cierto, pero eso no es malo -dijo el cazador-.
Y así el cazador y su familia tuvieron una buena vida y ayudaron a otros a vivir mejor. Como recompensa, el Gran Ciervo le envía regalos de vez en cuando, regalos que el cazador administró sabiamente durante toda su vida.
Explicación:
dame coronita plis
*El ciervo y el cazador, una fábula sobre la importancia de buscar más allá de las apariencias*
Bebiendo un ciervo en una fuente
vio reflejada su imagen aparente;
muy satisfecho de su cornamenta,
lamentó en cambio sus flacas piernas.
Entonces oyó ladridos, y un grito
del cazador, su peor enemigo.
Quiso emprender la huida,
mas sus cuernos se enredaron
en unas ramas tupidas
con las que porfió desesperado.
Por fin se libró de ellas,
y pegando grandes saltos
huyó por entre la maleza;
por sus piernas, se puso a salvo
Explicación:
espero haberte ayudado coronita