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Respuesta:
Horacio Quiroga a los 18 años, frente a su casa natal en Salto (Uruguay).
Hizo sus estudios en Montevideo, capital de Uruguay hasta terminar el colegio secundario. Estos estudios incluyeron formación técnica (Instituto Politécnico de Montevideo) y general (Colegio Nacional), y ya desde muy joven demostró interés por la literatura, la química, la fotografía, la mecánica, el ciclismo y la vida de campo. A esa temprana edad fundó la Sociedad de Ciclismo de Salto y viajó en bicicleta desde Salto hasta Paysandú (120 km). En esa época pasaba larguísimas horas en un taller de reparación de maquinarias y herramientas. Por influencia del hijo del dueño empezó a interesarse por la filosofía. Se autodefiniría como «franco y vehemente soldado del materialismo filosófico». Simultáneamente también trabajaba, estudiaba y colaboraba con las publicaciones La Revista y La Reforma. Aún se conserva su primer cuaderno de poesías, que contiene veintidos poemas de distintos estilos, escritos entre 1894 y 1897.
Durante el carnaval de 1898, conoció a su primer amor, María Esther Jurkovski, quien le inspiraría dos de sus obras más importantes: Las sacrificadas (1920) y Una estación de amor. Pero los desencuentros provocados por los padres de la joven —que reprobaban la relación, debido al origen no judío de Quiroga— los llevó a separarse.
Explicacion:
Respuesta:
Horacio Silvestre Quiroga Forteza (Salto, Uruguay; 31 de diciembre de 1878-Buenos Aires, Argentina; 19 de febrero de 1937), fue un cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo. Fue uno de los maestros del cuento latinoamericano, de prosa vívida, naturalista y modernista.[2] Sus relatos a menudo retratan a la naturaleza bajo rasgos temibles y horrorosos, como enemiga de las circunstancias del ser humano. Ha sido comparado con el también escritor estadounidense Edgar Allan Poe.
Explicación:
El costado más político, polémico y social de Quiroga en San Ignacio
El costado más político, polémico y social de Quiroga en San Ignacio
Un trabajo de investigación muestra a Horacio Quiroga, más allá de su figura de escritor, en el aspecto social y político con el cual debió convivir y a su círculo de amigos y camaradas con quienes se relacionaba en esa convulsionada San Ignacio de la primera mitad del Siglo XX. “En parte, estas ideas políticas y su círculo de amigos explica un poco la idea generalizada de rechazo de la sociedad de San Ignacio en esa época y aún ahora, hacia la figura de Quiroga, calificándolo como huraño, osco, mal educado, extravagante”, sostuvo el doctor Alberto Waldemar Drewes al recordar la figura del escritor de Cuentos de la Selva, entre otros tantos, a 79 años de su muerte ocurrida el 19 de febrero de 1937.
Para describir el círculo de amigos con quien se relacionaba este cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo, el citado investigador y vecino de San Ignacio recurrió a varias fuentes y publicaciones, donde se describe, entre otros aspectos, la relación con Marcos Kanner. “Estaban unidos por una relación cultural y de simpatía al pensamiento anarco bolche”, sostiene. Añade la existencia entre ambos de una amistad política, al que agregaban la presencia de Carlos Giambiagi otro coterráneo de Quiroga. Y las reflexiones teóricas eran acerca del anarquismo y de la Revolución en Rusia de 1917. “Parte de la obra de Quiroga expresan su pensamiento, la vida de los mensúes, la descripción de los obreros sindicalizados”, refiere al escrito nacido en Salto, Uruguay.
Considera que “posiblemente estas obras literariamente hayan surgido de los comentarios de Eusebio Mañasco fundador del sindicato de obreros yerbateros de San Ignacio”.
