¿cuales fueron los países del continente americano que se conforman como nuevos estados nacionales a mediados del siglo XIX a mediados de XX?
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Respuesta:
A finales del siglo XVIII se produjo en Europa una ruptura del llamado "Antiguo Régimen", la cual otorgó a la sociedad su emancipación respecto del estado absolutista y fijó límites a la acción del Estado. Por otra parte, el Estado, que desde el siglo XVII había procurado fundamentarse sobre criterios racionales y no teológicos, empezó a garantizar la libertad religiosa e impuso a la Iglesia su definición como asociación social separada del Estado y en ningún caso investida de atribuciones generales para la sociedad. Con esta ruptura fue la burguesía (opuesta a los privilegios de la aristocracia y el clero) la clase social que accedió al poder. El nuevo Estado liberal se erigió sobre sociedades definidas como naciones. Este concepto de nación que empezó a utilizarse a partir de ahora alude a ciertos elementos comunes de la sociedad, tales como la comunidad territorial, de lengua y de cultura, pero no se definió su carácter clasista, sino que se concibió en principio como una unidad indivisible integrada por una suma de individualidades de carácter homogéneo e igualitario.
Además de estas funciones más estrictamente políticas, el Estado busca también a través de la educación facilitar la movilidad social y formar adecuadamente a los ciudadanos para realizar un trabajo dentro de la estructura productiva de la sociedad, ya sea en la industria, la agricultura, el comercio, las profesiones liberales o los propios cuadros burocráticos que sostienen al Estado. Estas funciones de tipo social y económico fueron adquiriendo mayor relevancia según avanzó el proceso de industrialización a lo largo del siglo XIX y conforme la sociedad se fue complejizando. En un principio, cuando se gestaron los sistemas educativos nacionales, el nuevo Estado constitucional tenía como fundamento la creencia en que todos los hombres, independientemente de su proveniencia, eran capaces de un mismo desarrollo de la razón y, por tanto, debían considerarse jurídicamente iguales en los político. La educación nacional fue así un componente necesario del nuevo orden político. Como hemos dicho, los grupos sociales aún no se definían en sentido estricto como clases, y por ello la escuela, con su proyecto social y moral universal, ocupó una posición eminentemente simbólica: se dedicó a jugar el papel de factor de unificación moral y de centro de irradiación de la conciliación nacional.
Definitivamente, ante el imperativo de afirmar el Estado, se perfiló desde un principio la tendencia a supeditar toda consideración social a la organización estatal: se trataba de fortalecer al Estado a despecho de la incoherencia del tejido social, manteniéndose la preocupación por el igualitarismo casi exclusivamente en el terreno de las ideas. C. Véliz define por ello al centralismo hispanoamericano como "centralismo no igualitario" de carácter preindustrial, contraponiéndolo a otros centralismos resultantes de las Revoluciones Industrial y Francesa, ligados más bien al igualitarismo y al industrialismo. Además, la prioridad de la organización política implicó serios problemas para la consolidación de la nación porque, aunque la función organizadora del Estado se mantenía nacional en lo político, la exclusiva vinculación de la economía al contexto internacional impidió la coincidencia de las formas materiales e ideológicas de la nación. La organización de los Estados iberoamericanos se produce sobre una estructura interna profundamente desigual y heterogénea. En ese proceso, como apuntamos anteriormente, los países que lograron antes consolidar Estados relativamente estables y homogéneos fueron los que ingresaron a la vida independiente con menos lastres precapitalistas (Chile, Uruguay, Argentina, Costa Rica), mientras que en otros donde esos elementos tenían más raíces y las fracturas de la sociedad habían sido más profundas (Ecuador, Perú, Bolivia), la fase de anarquía posterior a la Independencia se prolongó por un período mucho más largo.