Respuestas
Respuesta:
es fácil
Explicación:
El propósito que originó este trabajo fue indagar en el proceso de la cohesión/coherencia. Nos preguntábamos qué pasos había que dar, por qué estadios había que pasar, qué mecanismos eran necesarios poner en juego, qué estructuras lingüísticas se utilizaban, y qué dificultades íbamos encontrando, y cómo evolucionarían. De la revisión de diferentes estudios en torno a la coherencia y la cohesión pudimos obtener conclusiones en cuanto a los enfoques y las aportaciones de diversos acercamientos teóricos y empíricos a estos fenómenos, para medir respectivamente la coherencia y la cohesión de un corpus de textos escritos por alumnos universitarios tunecinos. Esta aplicación nos permitió comprobar la eficacia real de los dos modelos para estudiar estos mecanismos, así como sus deficiencias o limitaciones en lo que se refiere a su capacidad explicativa y a los problemas que el propio método de análisis plantea. La falta de consenso se traduce en una dicotomía de enfoques para estudiar el fenómeno: Aquél que se centra en la composición del lector y el que atribuye la coherencia, principalmente, a los rasgos lingüísticos del texto. Las teorías cognitivas, asociadas al primer tipo de enfoque, se centran en los esquemas mentales que se activan en el proceso de lectura y que facilitan los juicios de coherencia de los textos, las lingüísticas intentan delimitar los recursos formales de la lengua para facilitar el procesamiento de sus mensajes. En nuestro estudio empírico aplicamos estas dos supuestas medidas de coherencia de los textos, una, de ellas de naturaleza, cognitiva (las encuestas) y otra lingüística (el análisis de armonía cohesiva). De nuestro estudio se deriva que una encuesta holística de un fenómeno tan impreciso como la coherencia tendrá que dar como resultado una gran dispersión de puntuaciones entre distintos evaluadores; para evitarla se pueden adoptar diversas soluciones, como hacer una descripción exacta de los factores que se deben evaluar, entrenar a los evaluadores y controlar su evaluación o, en último término, aplicar medidas estadísticas que permitan eliminar las evaluaciones causantes de la dispersión en nuestro caso podía derivarse del hecho de que los evaluadores estaban dando prioridad a rasgos distintos: la eficacia argumentativa de los textos o su coherencia.