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La reducción del embarazo en adolescentes requiere un abordaje integral.
Según la investigación “Costos de Omisión en Salud Sexual y Reproductiva” (2017), al Estado le cuesta 5.4 veces más atender los embarazos no intencionados (embarazo no planificado y no deseado), frente al costo de prevenirlos. Cuando estos embarazos se da en una adolescente, esta cifra asciende a 331 millones de dólares debido a las pérdidas sociales que contribuyen a la reproducción del círculo de la pobreza, inciden en la deserción escolar y postergan los proyectos de vida. En este sentido, la reducción del embarazo en adolescentes requiere un abordaje integral que articule los esfuerzos de los diferentes sectores sociales para incidir de manera diferenciada en el embarazo de menores de 14 años y el grupo de 15 a 19 años.
En este sentido, el Estado ecuatoriano busca contribuir a esta problemática mediante el Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2021, en el que se ha considerado como línea estratégica “el embarazo en adolescentes”. Se ha definido reducir la tasa de nacimientos en adolescentes de 10 a 14 años de edad del 2,65 al 2,55 por 1.000, al 2021; y disminuir la tasa específica de nacidos vivos en mujeres adolescentes entre 15 a 19 años de edad del 76,5 al 63,5 por 1.000.