Respuestas
Respuesta:
No todos ellos son dañinos para nuestra salud y son necesarios para que el alimento no se dañe demasiado rápido
Explicación:
Tipos de conservantes
Existen dos maneras de preservar alimentos: de forma física o de forma química. La conservación física se refiere a un modo “natural” de preservar alimentos -el más común es la refrigeración-, mientras que la conservación química remite a la adición de ingredientes a un alimento con el fin de prevenir daños o cambios no deseados. Dentro de los tipos de aditivos que existen, se le considera un aditivo directo.
Entre la conservación química, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. distingue entre conservantes naturales (como el zumo de limón, la sal, o el azúcar) y conservantes artificiales, que son aquellos que habitualmente tenemos en la cabeza cuando se habla de conservantes. Y aunque nos parezca increíble, muchos de los conservantes naturales son fabricados sintéticamente para abaratar costes.
Los conservantes artificiales se dividen en tres grupos:
- Agentes antimicrobianos que destruyen bacterias o impiden el crecimiento de moho en los alimentos: benzoatos, sorbitos, propionatos, nitratos.
- Antioxidantes, como el sulfito, la Vitamina E (tocoferol), la Vitamina C (ácido ascórbico), hidroxianisol butilado, hidroxitolueno mutilado,
- Los agentes quelantes, entre los que se encuentran el ácido etilendiaminotetraacético disódico, el ácido cítrico y los polifostatos.
Pros y contras
Sin duda, la preocupación principal del consumidor es tomar un alimento en mal estado que pueda afectar a su propia salud, y, secundariamente, tomar un alimento que no conserve todas sus propiedades.