Respuestas
Respuesta:
Paso 1 — Identifica el tema o problema general que se pretende discutir.
Suponiendo que existe un desacuerdo, analiza si lo que amerita el tema son argumentos. Es posible que el tema no sea argumentativo, como sucede cuando se pide la causa de cierto suceso o una descripción de algún objeto.
Si resulta que el tema amerita argumentos, ve al paso 2.
Paso 2 — Determina tu posición con respecto al problema.
La posición que tomes con respecto al problema discutido será la conclusión más general que debes defender.
Antes que busques razones en defensa de tu posición, analiza si realmente hay un conflicto con la otra parte. Es posible que, después de todo, al aclarar las posiciones, ambas partes estén de acuerdo total o parcialmente.
Si el acuerdo es total, seguramente no necesitarán argumentar (a menos que los argumentos se dirijan a reforzar el convencimiento de una audiencia).
Si el acuerdo es parcial, dependiendo del tipo de discusión, se puede pasar a otro tipo de actividades discursivas (por ejemplo, negociar los desacuerdos cuando el problema es sobre una acción que hay que llevar a cabo) o centrarse en argumentar con respecto a esos puntos en conflicto.
Si aún necesitas argumentar, ve al paso 3.
Paso 3 — ¿Por qué tomas esa posición respecto al problema?, es decir, determina tus principales razones.
Sé responsable: investiga y cita las fuentes de las que tomas tus razones.
Sé cuidadoso: analiza si tus razones realmente apoyan la posición a la que quieres llegar; no caigas en una falacia de irrelevancia (que tus premisas no sean relevantes o sean muy débiles para defender la conclusión).
Dirígete al paso 4.
Paso 4 — Arma tu argumento uniendo las partes mediante algún marcador argumentativo, de manera que sea fácil para los oyentes identificar tu punto de vista y tus razones.
Aunque en algunos casos la ambigüedad puede jugar a tu favor, es más frecuente que juegue en tu contra, pues tal vez los demás malinterpreten tu punto de vista o no le den la importancia que se merece por culpa de que tus argumentos son confusos.
Una manera de articular tus argumentos mediante marcadores es la siguiente: toma tu posición, supongamos que es «no debe legalizarse la producción de marihuana», agrégale un marcador «no debe legalizarse la producción de marihuana, porque ________ (razón)» o «por cuanto ___________ (razón), concluyo que no debe legalizarse la producción de marihuana».
*Algunos marcadores: porque, por lo tanto, pues, en conclusión. Date cuenta de que algunos van antes de la premisa/razón y otros van antes de la conclusión («porque» y «pues» van antes de una premisa o razón, «por lo tanto» y «en conclusión» van antes de la conclusión). Más sobre marcadores aquí.
Sigue al paso 5.
Paso 5 — Pregúntate si alguna de las razones que apoyan tu conclusión ha sido cuestionada, no es aceptada por la otra parte o, al menos, pudiera ser cuestionada por la otra parte o no ser aceptada por la audiencia a la que te diriges.
Si la respuesta es afirmativa, hay un posible subproblema que se debe resolver. En tal caso, debes dar razones en defensa de tu premisa, de manera que estás armando un subargumento (un argumento que apoya a tu primer argumento). Para armar tu subargumento es conveniente volver al punto 2.
Si la respuesta es negativa, sigue al paso 6.
Paso 6 — ¿Tienes varias razones paralelas que apoyan la misma conclusión?
Si la respuesta es negativa, sigue al final.
Si la respuesta es afirmativa, por cada razón puedes llevar a cabo los puntos de 2 a 5. Sin embargo, es importante organizar todas las razones de manera clara. Para lograr tal organización, una vez construidos cada argumento a favor de la misma conclusión, agrega expresiones como «además», «otra razón», «en primer lugar…en segundo lugar…», «aunado».
Al finalizar con la organización de las razones paralelas, ve al paso 7.
Respuesta:
Paso 1 — Identifica el tema o problema general que se pretende discutir.
Paso 2 — Determina tu posición con respecto al problema
Paso 3 — ¿Por qué tomas esa posición respecto al problema?, es decir, determina tus principales razones.
Paso 4 — Arma tu argumento uniendo las partes mediante algún marcador argumentativo, de manera que sea fácil para los oyentes identificar tu punto de vista y tus razones.
Paso 5 — Pregúntate si alguna de las razones que apoyan tu conclusión ha sido cuestionada, no es aceptada por la otra parte o, al menos, pudiera ser cuestionada por la otra parte o no ser aceptada por la audiencia a la que te diriges.
Paso 6 — ¿Tienes varias razones paralelas que apoyan la misma conclusión?