Respuestas
Respuesta:
Las historietas son textos discontinuos, es decir, aquellos en los que se presentan textos con imágenes que forman parte del género de la narrativa gráfica. Una historieta es una forma de contar historias, narran en forma de secuencia, una historia, utilizando dibujos solamente, o dibujos, y palabras combinados
Explicación:
Una historieta o cómic es una sucesión de dibujos que constituye un relato, con texto o sin texto,[1] así como la serie de ellas que trate de la misma historia o del mismo concepto, y también el correspondiente medio de comunicación en su conjunto.[2]
Una de las primeras páginas de Little Nemo in Slumberland, aún con exceso de texto al pie.
Partiendo de la concepción de Will Eisner de esta narrativa gráfica como un arte secuencial, Scott McCloud llega a la siguiente definición: «Ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada con el propósito de transmitir información u obtener una respuesta estética del lector».[3] Sin embargo, no todos los teóricos están de acuerdo con esta definición, la más popular en la actualidad, dado que permite la inclusión de la fotonovela[4] y, en cambio, ignora el denominado humor gráfico.[5]
El interés por la historieta «puede tener muy variadas motivaciones, desde el interés estético al sociológico, de la nostalgia al oportunismo».[6] Durante buena parte de su historia fue considerado incluso un subproducto cultural,[7] apenas digno de otro análisis que no fuera el sociológico, hasta que en la década de 1960 se asiste a su reivindicación artística, de tal forma que Morris[8] y luego Francis Lacassin[9] han propuesto considerarlo como el noveno arte, aunque en realidad sea anterior a aquellas disciplinas a las que habitualmente se les atribuyen las condiciones de octavo (fotografía, de 1825) y séptimo (cine, de 1886). Seguramente, sean este último medio y la literatura los que más la hayan influido, pero no hay que olvidar tampoco que «su particular estética ha salido de las viñetas para alcanzar a la publicidad, el diseño, la moda y, no digamos, el cine».[10]