Identifica 4 beneficios y 4 factores de desigualdad social que son
resultado del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Respuestas
Explicación:
Beneficios: Las posibilidades de retroalimentación y de gran interactividad que ofertan. El desarrollo de espacios flexibles para el aprendizaje. La potenciación de la autonomía personal y el desarrollo del trabajo colaborativo. La optimización de la organización y el desarrollo de actividades docentes e investigativas.
Factores: La desigualdad de la renta ha aumentado en casi todas las principales economías avanzadas desde la década de 1980, en un periodo de auge creciente de las tecnologías digitales (figura 1). Ha aumentado de un modo especialmente brusco en el tramo superior de la distribución de la renta. La desigualdad de la riqueza es aún mayor, aproximadamente el doble que la desigualdad de la renta. El aumento de la desigualdad ha sido especialmente marcado en Estados Unidos. En las dos décadas que terminaron en 2015, la desigualdad de la renta disponible en Estados Unidos, calculada por la medida más amplia de desigualdad –el índice de Gini–, aumentó en más del 10%. La renta en manos del 1% de la población más rico ha crecido más del doble desde principios de la década de 1980, hasta alcanzar el 22%. Asimismo, la proporción de la riqueza en manos del 1% ha aumentado hasta cerca del 40%. Las rentas medias perdieron terreno por arriba y por abajo, mientras que el trabajador tipo sufrió periodos prolongados de estancamiento de los salarios reales. El aumento de la desigualdad se ha asociado con una disminución de la movilidad económica intergeneracional (Chetty et al., 2017).
Este artículo se centra en las economías avanzadas, pero el aumento de la desigualdad de la renta no se limita a ellas. En las economías emergentes, las tendencias de la distribución de ingresos son más variadas, pero muchas también han experimentado un aumento en la desigualdad. En las dos grandes economías emergentes, China e India, la desigualdad ha aumentado de forma considerable.
El debate político tiende a atribuir gran parte de la culpa del aumento de la desigualdad de la renta, y los trastornos empresariales y laborales subyacentes, a la globalización. A menudo dichas críticas proceden de los extremos del espectro político. El rechazo de la globalización amenaza con un repliegue hacia el nacionalismo económico y las políticas autárquicas. La globalización ha sido un factor de la creciente desigualdad. Pero el cambio tecnológico ha tenido una influencia mucho mayor. No solo la «tarta económica» se reparte de manera más desigual, sino que también ha crecido más despacio, lo que ha generado descontento social. Paradójicamente, durante el auge de las tecnologías digitales, el crecimiento de la productividad en las principales economías, en lugar de acelerarse, se ralentizó. Esto ha frenado el crecimiento económico general. Las investigaciones sugieren que la misma interacción entre cambio tecnológico y políticas insuficientes, que contribuyó a agravar la desigualdad de la renta, también explica por qué las nuevas tecnologías no se han traducido en el aumento de la productividad que cabía esperar (Brookings Institution y Chumir Foundation, 2019). Las evoluciones respectivas de la distribución de la renta y la de la productividad han estado ligadas por dinámicas compartidas.