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Vamos a repasar conceptos básicos: hongos, plantas, animales. Voy a cosas simples, entre otras cosas porque no soy biólogo. Los animales, por ejemplo, tenemos la particularidad de que comemos comida,* esto es, nos comemos a otros seres vivos. Aprovechar esos recursos ajenos nos da acceso a enormes cantidades de materia y de energía, que usamos para hacer cosas. Cosas en general, y movernos muy deprisa en particular. ¿Deprisa comparado con qué? Enseguida lo vemos. Vamos con las segundas de la breve lista de hoy: las plantas. Las plantas, en contraste con los animales, comen tierra, aire, agua y luz. Esto les da para vivir, y son a la vez espectaculares e imprescindibles, pero son también muy lentas, lo habréis notado. ¿Y los hongos? Los hongos (mohos, levaduras, setas…), como nosotros, comen comida. Lo que a muchos animales nos parecería comida estropeada, en general. Por eso lo que crece ocasionalmente en nuestras neveras son hongos, y no plantas. Los hongos no se mueven deprisa, pero sí que son capaces de crecer muy deprisa, y tienen defensas muy poderosas, como la penicilina. Y luego están las protistas, pero en eso ya no entramos hoy.
Animales, plantas y hongos (y protistas) tenemos diferencias, pero en realidad somos parientes cercanos, con células “completas” (eucariotas). Técnicamente, somos los cuatro reinos del dominio eucariota. En contraste, las bacterias y las arqueas son otro rollo, o, técnicamente, otros dos dominios. No sé si se entiende la importancia del parentesco. Pongamos que tienes hongos en los pies y, qué se yo, gonorrea, por ponernos desagradables y fijar conceptos. Vale, pues, aunque no lo creas, el hongo de tu pie es un pariente mucho más cercano de las células de tu pie, que son células animales, que de los gonococos, que son bacterias. Por ponerlo más bonito, la levadura que fermenta la cerveza y que hace subir el pan, al ser un hongo, tiene un ancestro común más reciente contigo (animal), con el trigo y con la cebada (plantas) que con la Escherichia coli que habita tu flora intestinal mientras digieres ese pan con cerveza, y que, como el gonococo, es una bacteria.
¿Y a qué viene todo este repaso de biología? Viene al artículo del número de mayo de La Marea, de título “La epidemia útil para los planes de Nestlé”, que no pude acabar de leer porque me hería los ojos ver que usaba como sinónimos “bacteria” y “hongo”. No lo son. Las bacterias son un dominio, los hongos son un reino de un dominio distinto (¡el nuestro!). Y la Hemileia vastatrix, en concreto, es un hongo.
Rescato un punto de mis peticiones de un “pigo del lenguage” (científico); que escribí refiriéndome a números, pero que amplío ahora a ciencia en general “4: Pide ayuda a un científico siempre que la precises“. (¡Y, hablando de pedir ayuda, gracias a Orest por compartir la foto de un hongo que decora este artículo con licencia CC/BY-SA!).
* Más propiamente, como los humanos somos animales, hemos llamado “comida” a aquello que nos nutre a nosotros.