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En este post vamos a ver el motivo por el que existe la creencia de que los prestamistas durante la Edad Media eran únicamente los judíos.
Los prestamistas judíos en la Edad media
Tanto la Misná, el Talmud y la Toráh para los judíos como la Biblia para los cristianos prohíben la práctica de la usura, entendida como el cobro de cualquier tipo de interés. Por lo tanto, a priori, ni los judíos ni los cristianos podrían ser prestamistas.
Sin embargo, es conocida la existencia de prestamistas judíos en la Edad Media… ¿Cómo es posible?
Pues fundamentalmente debido a dos factores:
(i) los judíos no podían poseer tierras (por prohibirlo la ley) ni ejercer actividades artesanales o industriales (reservadas a los gremios que les vetaban la entrada), por lo que se vieron obligados a realizar otro tipo de actividades tales como boticario, traductores, escribas, médicos… o prestamistas; y
(ii) la distinta interpretación que los judíos y los cristianos dieron sus textos sagrados (interpretación probablemente favorecida por la necesidad de los judíos de ganarse la vida como podían).
Y es que los judíos interpretaban que podían prestar a los cristianos sobre la base del Deuteronomio XXIII, 20-24:
No prestarás a interés a tu hermano, ya se trate de réditos de dinero, o de víveres, o de cualquier otra cosa que produzca interés. Al extranjero podrás prestarle a interés pero a tu hermano no le prestarás a interés para que Yahvéh tu Dios te bendiga en todas tus empresas, en la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión.
Los judíos no veían en los cristianos (o en los musulmanes) a un hermano de fe así que podían prestarle con interés. Pero para el cristiano, el judío no es un extranjero, sino una oveja descarriada que debe volver al redil.
judíos prestamistas en la Edad Media
¿Los judíos eran los únicos prestamistas en la Edad Media?
En absoluto. Comerciantes, cambistas y banqueros italianos, lombardos, flamencos, ingleses, franceses, españoles y alemanes ofrecían también crédito durante la Edad Media.
Lo que ocurre es que, por un lado, la actividad de los prestamistas cristianos era más discreta pues estaba prohibida por la Iglesia. En el III Concilio de Letrán de 1179 se estableció la excomunión y la privación de sepultura eclesiástica para los usureros (pena que no preocupaban especialmente a los judíos pero que demuestra que había cristianos prestamistas). No será hasta el II Concilio de Lyon en el que se plantea la validez del préstamo a justo precio.
Y, por otro lado, porque se popularizo la imagen falsa del usurero judío mentiroso, ladrón y avaricioso durante las campañas de antijudaísmo que desembocaron en la expulsión de los judíos en distintos países (Inglaterra en 1290, Francia en varias ocasiones durante el siglo XIV, Castilla y Aragón en 1492 o Portugal en 1497, por ejemplo). Esta imagen fue inmortalizada por Shakespeare en la figura de Shylock del Mercader de Venecia.
Conclusión
Es cierto que los judíos interpretaron sus escrituras sagradas de tal forma que pudiesen prestar dinero con interés pero, ni eran los únicos, ni fueron tan usureros como se les representó.
De hecho, ya veremos en otro post que los primeros banqueros verdaderamente organizados de la historia fueron cristianos. Lo que ocurre es que la historia no la suelen contar los vencidos.
Si queréis saber más os dejo este artículo de la Revista de Historia.
¨Sinceramente creo que los bancos son más peligrosos que los ejércitos¨. Thomas Jefferson