Respuestas
Respuesta:
Explicación:
El consejo que se suele dar a quien quiere escribir es que escriba su historia sin preocuparse demasiado por la extensión. Una vez que la tenga lista, debe «podarla». Es decir, eliminar todo aquello que resulte superfluo o que alargue la historia innecesariamente.
El problema es que en muchas ocasiones el escritor no sabe qué eliminar. Todo lo que ha puesto sobre el papel importa, por eso lo ha puesto. Si lo elimina, siente que la historia flojea y que se pierde parte de su significado.
En muchas ocasiones esto es consecuencia de una falta de confianza en el lector. Tal vez tú también crees que se lo debes dar todo bien explicado, bien mascado, so pena de que no logre entender lo que has querido contar. Tranquilo, el lector es mucho más listo de lo que crees.
Pero volviendo al tema que nos ocupaba, ¿cómo conseguir recortar tu historia sin que pierda significado?, ¿cómo decidir qué permanece y qué será eliminado?
Muy sencillo, deja que sea tu cerebro quien lo decida.
Deja pasar unos días y reescribe de memoria la historia en la que estás trabajando. No la releas antes, simplemente escribe lo que recuerdas.
¿Cómo puedes acortar información sin que se quiten las palabras?
Dentro de la transcripción de algún tipo de texto, nos podemos encontrar diversas palabras y oraciones repetitivas que van al ritmo de una misma idea. Es por ello que, el último paso de la redacción: "revisión", es sumamente importante para poder culminar nuestro texto.
Esto se debe a que, a la hora de escribirlo, la serie de ideas y conectores que nos llegan, van a un ritmo mucho más rápido, dejando así por fuera palabras y objetivos importantes. A demás de, extender un poco más el texto.
Lo que debemos hacer es recortar párrafos eliminando oraciones que redundan en el tema, y sólo dejar las que sean necesarias para la comprensión total del texto.