Respuestas
Respuesta:
Antecedentes
A lo largo de la historia, la migración ha sido una valiente manifestación de la voluntad del ser humano de sobreponerse a la adversidad y tener una vida mejor. Hoy en día, la globalización y los avances en las comunicaciones y el transporte han hecho que aumente considerablemente el número de personas con el deseo y los medios para trasladarse a otros lugares.
Esta nueva era ha planteado retos y abierto oportunidades a las sociedades de todo el mundo. También ha contribuido a poner de relieve la clara interrelación que existe entre la migración y el desarrollo, así como las oportunidades que presenta para el desarrollo conjunto, esto es, la mejora coordinada o concertada de las condiciones económicas y sociales de los lugares de origen y de destino. En el presente informe se pretende estudiar esos retos y oportunidades y aportar indicios de los cambios que se están produciendo. Se trata de una guía inicial para esta nueva era de la movilidad.
La migración está evolucionando como consecuencia de la progresiva globalización de los mercados laborales y las sociedades. Están, por ejemplo, el capataz de una empresa de Indiana (Estados Unidos de América) que se traslada a China a enseñar a los trabajadores métodos de producción innovadores; el profesor universitario de Johannesburgo (Sudáfrica) que decide fijar su residencia en Sidney (Australia) para ir y venir desde allí a dar sus clases a Hong Kong (China); o el enfermero formado en Manila que trabaja en Dubai. Entretanto, las investigaciones siguen echando por tierra las viejas ideas preconcebidas sobre la migración y muestran, por ejemplo, que las mujeres tienden a emigrar a los países desarrollados algo más que los hombres, que los migrantes pueden llevar vidas transnacionales y que las remesas pueden ser de enorme ayuda para las economías locales. Al mismo tiempo, las innovaciones en materia de políticas ofrecen nuevas posibilidades de gestionar la migración internacional: China y la República de Corea están fomentando el regreso de investigadores expatriados con los más modernos complejos de empresas científicas y tecnológicas; los gobiernos colaboran con las asociaciones de migrantes en el extranjero para mejorar los medios de subsistencia en los países de origen; y los programas de desarrollo ayudan a los empresarios migrantes a crear pequeñas empresas en sus comunidades de origen.
Habida cuenta de estos cambios, los gobiernos de todo el mundo tienen ante sí una oportunidad, y una buena razón, para reconsiderar sus políticas en materia de migración.
Los beneficios que comporta la migración, tanto para los migrantes como para las sociedades de acogida, no se conocen lo suficiente. La migración suscita debates apasionados. Puede privar a los países de sus ciudadanos más capaces y brillantes y separar familias. Puede traer aparejadas muchas cosas buenas, pero también puede generar tensiones sociales; los problemas relacionados con la integración de los migrantes son, por ejemplo, objeto de gran controversia. Además, a veces los delincuentes y los terroristas se aprovechan de la circulación de personas. Sin embargo, la solución a muchos de los problemas que plantea la migración podría encontrarse por la vía del compromiso y el diálogo constructivos, que darán origen a un mayor reconocimiento de los enormes beneficios y oportunidades que reporta la migración.
Los días 14 y 15 de septiembre de 2006, representantes de alto nivel de todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas se reunirán con ocasión de la Asamblea General para examinar uno de los aspectos más prometedores de la migración: su relación con el desarrollo. La posibilidad de que los migrantes contribuyan a la transformación de sus países de origen suscita gran entusiasmo entre las autoridades nacionales y locales, las instituciones internacionales y el sector privado. Existe un consenso incipiente de que, mediante la cooperación, los países pueden triunfar en tres frentes a la vez: el de los migrantes, el de los países de origen y el de las sociedades de acogida.
Estamos tan sólo empezando a descubrir cómo podemos lograr que la migración contribuya de forma más sistemática al desarrollo. Cada uno de nosotros tiene una pieza del rompecabezas de la migración pero nadie puede resolverlo solo. Es hora de que pongamos manos a la obra. Tenemos una oportunidad única de resolverlo mediante la definición, evaluación y puesta en común de las múltiples fórmulas de gestión de la migración que se están ensayando actualmente en todo el mundo. Las Naciones Unidas son el foro idóneo para este intercambio de ideas y experiencia. Además, dado que la migración es un fenómeno mundial y que se produce no sólo entre pares de países o dentro de una misma región, sino prácticamente de cualquier rincón del mundo a cualquier otro, es necesario que le prestemos una atención colectiva.
Explicación: