Que elementos refleja para reflexionar sobre el contenido
Reggaetón: ¿Espejo o reproductor de la violencia contra la mujer en Latinoamérica? Un videoclip causó la detención y multa al cantante mexicano Gerardo Ortiz, acusado de «apología al delito» por las escenas de asesinato y tortura a la actriz que finge ser su pareja. El episodio sienta un precedente en un país como México que en 2013, según las cifras del Instituto Nacional de la Mujer, tuvo una tasa de siete feminicidios al día por razones de género. Sin embargo, Ortiz no es el primero ni el último que, con su música, violenta a las féminas: En Latinoamérica, ese mismo mensaje toma forma de baile pegajoso, de ritmo irresistible que no se baila, se «perrea». Se trata del reggaetón. Un rápido vistazo a la red dice que la etimología de la palabra viene del reggae jamaiquino y el sufijotón, que desde el Río Grande hasta la Patagonia, alude a algo grande. Así, el género se ha vuelto una pandemia que contagia caderas y cualquier extremidad con un ritmo entre 90 y 120 pulsaciones por minuto, ideal para que los ejecutantes desplieguen sus instintos más atávicos. Sus letras violentas contra la mujer son infaltables en casi cualquier fiesta, discoteca o jornada de limpieza dominical en las viviendas latinoamericanas, lo que hace que muchos se cuestionen el porqué del triunfo de un género que puso de moda el blimbineo latino. «El reggaetón es absolutamente pegajoso», reconoce Marianny Sánchez, investigadora del grupo Espacialidades Feministas de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia, «y triunfa porque no muestra nada nuevo, nada que no exista. Toma un fenómeno social que es el machismo y le da forma de música, de entretenimiento, de producto que la gente consume y aplaude sin postura crítica». Para la profesora universitaria, el reggaetón solo le pone ritmo a la violencia cotidiana que viven millones de mujeres en la región y exalta «una manera de vinculación» común en el imaginario latinoamericano, que también implica la cosificación del cuerpo femenino: «No defiendo esa narrativa pero sé que lo que aparece en un video o lo que dicen muchas letras ocurre en la vida real. No hay una escisión con la ficción». «Los cantantes se valen del machismo porque no pueden alcanzar la seducción de una mujer con sus palabras, por eso las agreden, las presentan como sumisas a través de su discurso», opina Saúl Escalona, autor del libro De la salsa al reggaetón, un fenómeno social, entrevistado en ÉpaleCCS. Aunque el especialista dice que los cantantes de reggaetón han diversificado sus letras hacia una vía más romántica, en el sustrato de las líricas persiste la violencia machista.
Respuestas
Respuesta:
Estamos ante un tema de gran actualidad, trascendencia y complejidad
para la vida de los adolescentes, que provoca no pocos debates y desacuerdos, para el presente ejercicio investigativo adopta el rostro de reto y
tarea, al buscar comprender y reflexionar de qué manera influye la música
reggaetón en el estilo de vida, en las decisiones que toman los estudiantes,
identificar los aportes que hace a sus procesos formativos y cómo influye
en las relaciones familiares de nueve adolescentes que cursan sus estudios en la Institución Educativa Cachaya del municipio de Gigante en el
Huila. Este género musical pasa a escena como lenguaje sutil y potente
del poder en la actualidad, partiendo de la premisa que hacer el análisis
del discurso del adolescente como objeto de estudio requiere ser abordado
desde la percepción del adolescente del fenómeno cultural en que se ha
venido convirtiendo el reggaetón y buscar su integración entre texto más
contexto, en sus niveles cognitivo, semántico, pragmático y cultural para
desentrañar su función, sus alcances y sus significados implícitos y manifiestos, en su poder y capacidad de transformar las normas sociales que
regulan el comportamiento de los adolescentes e incluso a ellos mismos
en sus estilos de vida y relaciones.
Para Foucault (2004, 22) el poder circula, “el poder no se aplica a los individuos sino que transita a través de los individuos”. El poder se construye a
través de las prácticas, los mecanismos y los dispositivos engendrados en
la sociedad, los mecanismos de poder tienen un trayecto, una técnica, una
táctica, una producción, un funcionamiento de los discursos, son sólidos y
cuentan como en el caso de la música reggaetón con una tecnología especifica que se extiende cada vez más en posible forma de dominación en el
entramado de las instituciones modernas y contemporáneas, permeando
con su lenguaje de poder la familia, la escuela, el colegio y su grupo de
pares, convirtiéndose posiblemente en instrumento efectivo de formación
e influencia en los adolescentes
Explicación: