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Respuesta:
La monitorización continua de glucosa mide los valores de glucosa en el líquido intersticial, es decir, en el líquido situado en el espacio que está entre las células.
Los valores de glucosa que tenemos en el líquido intersticial y en la sangre se parecen mucho cuando la glucosa está estable. Sin embargo, cuando los valores de glucosa fluctúan (que es lo más habitual en muchas ocasiones, especialmente en población pediátrica) los valores entre el líquido intersticial y la sangre se asemejan menos.
Para solucionar esta diferencia, los sistemas de monitorización de glucosa intersticial aportan las llamadas flechas de tendencia. Las flechas de tendencia nos informan de la velocidad de cambio de la glucosa intersticial.
Explicación:
:)