¿Se puede reprobar la materia Desarrollo Físico y Salud en preparatoria ?
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Respuesta:
Explicación:De qué forma se relacionan las metas del desarrollo físico y la salud con la preparación para la escuela? Los primeros tres años de vida representan una etapa de rápido crecimiento igualmente que un aprendizaje y trabajo intensos en el área del desarrollo físico. Los recién nacidos dependen de los adultos para todas sus necesidades nutricionales y físicas. Todavía no caminan, no señalan y no estiran la mano para agarrar cosas y ni tampoco pueden mantener la cabeza erguida. Sentirse bien, es decir, gozar de buena salud física, les da la energía y la fuerza que necesitan para hacer el arduo trabajo que tienen por delante. Piense cuánto tiene que esforzarse un bebé para pararse solo, día tras día, practicando y volviéndose más fuerte. Generalmente, con el apoyo de un adulto cariñoso, el trabajo arduo da fruto y el bebé finalmente se para con facilidad, y después pasa a la tarea siguiente. A los tres años, la mayoría de los niños caminan, corren, trepan, hacen garabatos, pintan, arman rompecabezas y hacen muchas cosas más.
En este número de "Hablemos de..." examinamos algunos aspectos del desarrollo físico y la salud relacionados con las metas de la preparación para la escuela (véase Metas de la preparación para la escuela de los bebés y niños pequeños que participan en los programas Head Start y Early Head Start [1]).
El desarrollo físico que se produce en los primeros tres años de vida es asombroso. Tenga en cuenta algunos conceptos del desarrollo cuando observe el aprendizaje y el crecimiento de los niños en esta área:
El desarrollo de la mayoría de los niños sigue un orden predecible (ponerse boca abajo o boca arriba antes de sentarse, sentarse antes de gatear), pero la edad en la cual alcanzan estos indicadores del desarrollo varían mucho y dependen de diversos factores.
Aunque a menudo prestamos atención a los indicadores importantes tales como comer alimentos sólidos o caminar, para alcanzar cada uno de ellos primero hay que alcanzar indicadores más pequeños que requieren aptitudes que también son observables.
Las prioridades de la familia pueden influir en el momento en que los niños alcanzan diferentes indicadores. Los valores familiares determinan la cantidad de práctica y atención que los niños reciben para el desarrollo de distintas aptitudes.